martes, 30 de octubre de 2007

Don

Brausen lleva horas tecleando procedimientos: como hacer el pago de las nóminas, de los seguros sociales, que si la Cash in Transit 63301 o la home Bank 63001... ¡Basta! Que salga el literato que hay en él.

Este viernes estuve en el concierto de Nacha Pop (Antonio Vega más su primo: Nacho García Vega) que se celebró en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid.
Increíblemente Antonio Vega estaba más "vivo" de lo que me esperaba. Hará unos dos años le vi en la sala Clamores y le tenían que cambiar de guitarra porque era incapaz de levantar el peso de una acústica con sus brazos. No voy a entrar ahora a especular sobre las razones que han llevado a esta persona a querer autodestruirse (él mismo ha confesado que solo sigue componiendo para poder seguir drogándose) de la manera que lo ha hecho, pero hubo una cosa que me llamo mucho la atención (a parte del precio desorbitado de las copas).
Todas y cada una de las partes del concierto que me gustaron o emocionaron estaban protagonizadas por Antonio Vega (ya sea como cantante o como compositor), su primo por mucho que lo intentó -no paró de bailar, hablar, moverse en todo la actuación-, no era más que una comparsa. Estaba claro quien era allí el actor principal, el verdadero artista. Antonio tiene esa extraña capacidad de hacer creíble lo que canta, un don no pedido pero concedido que le hace diferente de su familiar. Aparentemente, sin esforzarse, más muerto que vivo, tan solo huesos y piel encorvados sobre la guitarra hacia vibrar el universo de almas contenido en el Palacio con solo susurrar aquello de: "en un mundo descomunal siento mi fragilidad..."
Hay personas con ese don, capaces de ordenar el pentágrama de tal manera que parece tan sencillo y natural que piensas que como nadie ha sido capaz de hacerlo antes. Crear frases en que las palabras planean suavemente por el aire como si llevasen siglos esperando que alguien les concediese la libertad al pronunciarlas. Los vulgares nunca lo conseguiremos, por mucho que trabajemos en mejorar, Nacho nunca será Antonio, y sin él no es más que un integrante del anodino pelotón de mediocres del que yo tan orgullosamente formo parte.

Brausen agradece a todos aquellos que hayan entrado alguna vez en su blog su participación.
Ya hemos sobrepasado las dos mil visitas. Dentro de poco competiremos con Marca...

jueves, 18 de octubre de 2007

La señal

Brausen empieza a indagar en el mundo del alcohol. Primera averiguación: que las botellas tienen una marquita para "dirigirlas" y ponerle la etiqueta correctamente encuadrada. Apasionante descubrimiento. El ingenio humano no para de sorprenderle.

Hay veces que un mal disco merece la pena por una canción y otras que recordamos una película insulsa por una única escena. Con esto no quiero decir que la película sobre la que voy a hablar ahora sea mala, ni mucho menos, pero si que me hizo reflexionar por una parte muy determinada de fotogramas.
Además, la vi por pura casualidad ya que quería entrar a El Orfanato pero no había boletos así que tras una rápida deliberación nos metimos en La Señal, film argentina de cine negro, ambientada en los día de la muerte de Eva Peron. Un detective argentino irónico, es como mínimo, digno de verse, al menos tendría algún dialogo para recordar. Y así fue.
Hay una escena en la que los dos sabuesos están jugando al billar y bebiendo un whisky "on the rocks". Comienzan a hablar de las señales y su interpretación, y el protagonista decía que sentía que todo iba a cambiar en poco tiempo, y su compañero de armas le corrige y le dice: "Todo cambia cuando uno esta dispuesto a hacer cosas que antes ni siquiera pensaría hacer, no porque nada se molifique fuera de él mismo". La película se sigue desarrollando de tal manera que esa escena cobra pleno significado.
Y yo, estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación, la vida, el destino o quieras llamarlo te va dando ciertas oportunidades, casualidades, empujones o zancadillas que tú, libremente, eres el único que puede aprovechar, esquivar o rodear. Si lo pensamos detenidamente, todos podemos poner ejemplos de esto. A veces me he obsesionado pensando que todo debe cambiar y amoldares a mis designios, que la vida me tiene que dar todo en bandeja de plata por mi cara bonita, y a veces pasa, que Dios te señala con el dedo y tienes justo lo que deseas y como lo deseas, pero lo más habitual es justo lo contrario. Debes ayudar, colaborar con el mundo, abrir los ojos y asir esas oportunidades, e incluso provocarlas, ya que: "la oportunidad la pintan calva".
Un pequeño cambio interno provoca una reacción de cambios externos más grande de lo que normalmente nos imaginamos.

Brausen anuncia una gran revolución: en próximas fechas un nuevo DYC llegará al mercado, justo lo que España necesita para vivir en eterna armonía.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Casi cinco años

Brausen ya tiene segunda piel, una cazadora de cuero negra de tacto tan suave como él. Da gusto acariciarla aunque, más gusto da mimarle al maestro.

Cuando uno cierra una etapa de la vida y comienza otra, es el típico momento para recapitular y mirar atrás. Yo dejo el lunes 15.10.2007 mi actual trabajo y comienzo al día siguiente en otra empresa. No me quedaba más remedio que pararme un instante y recapitular.
Lo primero que me choca es darme cuenta que llevo casi cinco años en mi actual empresa, ¡joder cinco putos años, si estudiando la carrera estuve cuatro! ¿Cómo ha pasado el tiempo tan deprisa? No lo comprendo, los días se filtran por mis manos sin poder conservar un solo segundo entre ellas, "los perros aullan en la calle principal, porque saben que si pudiese atrapar un solo momento..." Bruce dixit y yo lo comparto, pero esta meridianamente claro que jamás podre agarrar ni una misera millonésima parte del tiempo que me ha tocado vivir. Es luchar contra natura.
Lo segundo que me ha sorprendido es la pequeña cantidad de cosas que consigo recordar, en casi cinco años da absolutamente tiempo de todo, pero de ese todo solo recuerdo retazos, fragmentos, pinceladas leves en el aire que se esfuman con un soplo de viento. Queda la Borra del Café (Benedetti dixit), posos en mi alma de cosas sucedidas, sensaciones como sabores de un manjar ya digerido, cicatrices en el tuétano que reverdecen sin seguir ninguna ley.
El tercer punto que me ha dejado pensativo es comprobar que esa borra que ha quedado en mí es buena, es decir que aunque ha habido malos momentos en esos cinco años, ahora los considero necesarios, lecciones aprendidas o al menos aceptadas que me han hecho un poco mejor.
Porque lo cuarto que me sorprende (quizás lo que más) es la frase que acabo de escribir. Creo haberlo conseguido o al menos haberlo intentado: me he abierto, he comprendido que para recibir hay que dar, que hay gente que te puede enseñar cosas nuevas y buenas, que los Comics son algo más que Zipi y Zape (¡Alan Moore que grande eres!) que el amor existe, que más allá de Springsteen también saben componer, que el pesimismo es un el peor aliado que me puedo echar a la espalda, que enfurruñarse por tonterías es la mayor tonterías de todas (aunque esto aún no lo haya superado del todo, ni lo superaré), y más cosas que me dejo en el tintero... Y se que esto es cierto porque, quinto, ante mi nuevo trabajo no siento miedo (como hubiese sentido hace casi cinco años) sino ilusión y curiosidad.
Pero he de recordar que puedo seguir mejorando, una cosa que me he grabado en la palma de la mano para no olvidarla nunca: "Humildad, hermano, humildad"
Quizás la vida sea eso: luchar por ser mejor y así hacer felices a los que te rodean, sin más.

Brausen recomienda LAST FM, un programita que se descarga en un momentillo y te permite oír música, tú pones un artista y te busca automáticamente grupos cuyo estilo pueda encajar en del objeto de la búsqueda y ¡Voto a Dios si lo hace bien! Ya consideraría un éxito si no mezclase a Pete Yorn con Bisbal pero si encima me lo mezcla con Jessy Malin se me abren las carnes del placer. Brausen agradece a su primo esta aportación, ya que fue él quien le introdujo en este fascinante mundo.

martes, 2 de octubre de 2007

La verdad de la mentira

Y Brausen mira a su futuro con inquetud, ha conseguido tres de los cuatro objetivos que se había propuesto, un 75% de acierto, ni el mejor triplista lo conseguiría, pero es ambicioso y necesitaba alcanzar el 100%. Luchará por conseguirlo.

Si algún día Onetti levantase la cabeza y leyese este Blog se quedaría con la boca abierta, además de por su baja calidad, por sus continuas referencias a su obra de manera implícita o explicita. Por ahora la SGAE no me ha atrapado en sus juguetonas mandíbulas y seguiré inspirandome en él sin pasar por caja.
Leyendo Juntacadaveres, Larsen es uno de los personajes más entrañables que he tenido el gusto de toparme en mis incursiones literarias, el maestro vuelve al tema de la escueta linea que separa la verdad de la mentira. Y me hizo pensar, otra vez ,en ese tema que ultimamente tanto me obsesiona
Un escritor (pintor, escultor, director) tiene la posibilidad de convertir la mentira en verdad, una verdad intima y sentida como pocas en el mundo. Hablemos de un caso hipotético, aquel poeta que escribe unos versos despechados a su amada al sentirse engañado por ella, pero en realidad no se siente así, es feliz y vive comiendo perdices con su compañera. Pero si escribe bien, es decir si miente bien, puede hacerlo tan creíble, que alguien que realmente tiene el corazón hecho astillas lo haga propio, y por tanto de una mentira, nazca una verdad absoluta para ese individuo.
Siempre he oído decir que se escribe mejor cuando se siente el tema que se cuenta, que por eso las canciones de amor y despecho son las mejores que existen, que los sentimientos exaltan al ingenio hasta alcanzar sus mayores capacidades. Quizás sea simplemente que en esos momentos estamos tan vulnerables como un bebe sin su madre y hagamos de esa obra nuestra mayor verdad porque aunque su origen no sea sincero (al fin y al cabo eso nos da lo mismo) expresa a la perfección lo que sentimos.
Siempre es el público quien hace sincero lo que no lo es.
Dicen que Neruda no tenía el corazón roto cuando escribió el poema XX de su celebérrimo libro, ¿pero cuantas personas lo han hecho suyo desde que se publicó?

Brausen ya tiene Magic, el último disco de Springsteen, por su puesto lo recomiendo. Pero me ha pedido encarecidamente que, por favor, recomiende a sus lectores la gira que se avecina con la E Street Band. Eso si conseguis entradas...