lunes, 17 de febrero de 2014

La transmigración de los cuerpos - Yuri Herrera

Para crear una novela se puede prescindir de muchas cosas, de un tiempo, de un espacio, de descripciones ampulosas, de veleidades y de complementos fatuos, pero nunca de unos personajes carismáticos sobre los que la historia pueda desarrollarse y crecer de una manera frondosa y vertical.

Yuri Herrera basa "La transmigración de los cuerpos" en el Alfaqueque, que haciendo honor a su nombre trata de redimir cautivos y buscar la paz de sus congéneres usando el antiguo arte de escuchar y hablar, "ayudaba al que se dejaba ayudar. Muchas veces la gente nomás estaba esperando a alguien que viniera a abajarle la bilis y a ofrecerle una manera de salirse de la pelea; y para eso servía ajustar el verbo. El verbo es ergonómico, decía, sólo hay que saber cazarlo con cada persona.” En la misión que se le encomienda se encuentra con dos familias de viejos enemigos que  cruzan con rehenes procedentes de sus rivales. Para aderezar la rocambolesca trama principal, la ciudad se ve asolada por una extraña plaga y el Alfaqueque empieza una relación con la Tres Veces Rubia su vecina de pensión.

El lenguaje es claramente popular y lleno de giros procedentes de México, pero con una sabiduría y una retranca en la que late en el carácter del Alfaqueque, filósofo de bolsillo y barra de prostíbulo. He aquí algunas de sus frases: "Todo lo bueno es pedazo de algo horrible", "así como le daban lastima los que no saben lo que se siente al ver una ciudad grande por primera vez porque han crecido en ella, o el que no recuerda lo que es sentirse guapo por primera vez, o por primera vez besar a alguien a quien parecería imposible besar; no sabes de milagros"

En este mundo de enfermedad, hampa y sexo (magníficas son sus descripciones en este manido tema, demostrando una vez más que la imaginación no tiene límites) el Alfaqueque es un Quijote de la palabra, un cruzado del verbo, un ser diferente en el maremágnum que nos arrastra a todos. 


sábado, 8 de febrero de 2014

La lluvia de los inocentes - Andrés Ibáñez

Parece que es el día perfecto para hablar de este libro, ya que "Madrid sólo es real bajo la lluvia" y hoy caen unas gotas minúsculas y perladas que hacen brillar el gris de las calles con una paciencia de orfebre ante la indiferencia de sus ciudadanos, más preocupados por quejarse de sus inconvenientes que de admirar su callada magia.

La lluvia de los inocentes habla de Madrid, de un Madrid recorrido por un niño, un adolescente y un joven en la que ambos van mutando poco a poco, descubriéndose y explorándose como a un continente ignoto, pero Andrés Ibáñez no olvida nunca las raíces de Mateo, el protagonista, la relación con sus progenitores, en especial con su padre, los viajes que hizo por Europa, su manera de crecer, de forma paralela a la que hace su hijo por la calles de Madrid, pero entrelazándose dentro del alma de Mateo que ya recorrido el camino a la edad adulta, se da cuenta que "los dos estamos entrelazados, como un oso y un toro que en la lucha a muerte que les enfrenta se convierten en único animal"

En la senda que recorre Mateo, yo he compartido muchos de sus pasos, él vivió el Madrid que se emborrachaba y gritaba tras la muerte de Franco, descerrajando la caja de metal en la que estuvo encerrado muchos años, a mí me toco recorrer la ciudad con resaca que trataba de abrirse al mundo pero no conseguía, y espero en lo más íntimo de mí que nunca lo consiga, perder su carácter de villorrio castellano. 

Descubrir un libro, una canción, un amigo y una mujer, a veces todo mezclado, a veces con periodos de tiempo desesperantemente vacíos, que se llenaban con tedio y pesimismo, pero poco a poco Mateo encuentra su camino, decidiendo hacerse escritor, con un maravilloso argumento: dar sentido a la realidad, unir las piezas descompuestas y rotas que forman la cotidianidad para marcar un camino y dar sentido a algo en la vida, palpando la parte intima de las cosas succionando su hechizo y vomitándolo en bellas palabras

El libro es un prodigio en cuanto estilo, Andrés Ibáñez doma su desbordante lirismo (exacerbado en otras de sus obras) y da el toque justo de luz con sus comparaciones y metáforas, maravillosas son las descripciones de sus mujeres, de ojos de ardilla, cuerpo de lirio o movimientos gatunos. Desbordante es su sapiencia sobre música y literatura, y mágicamente compartidas sus experiencias con algunos de los autores que menciona: Cortázar y Borges.

Para un madrileño la manera de describir la ciudad del autor es mágica y su metáfora de la lluvia que trae la realidad en una ciudad en la que apenas llueve es acertadísima, para acabar os dejo con una frase del libro que describe lo que me hizo sentir por momentos, a mí también me hizo llorar. "Ahora, por fin, tengo los ojos llenos de lágrimas. Ahora, por fin, llueve fuera y dentro de casa. Ahora la lluvia es ya universal. Es la lluvia de los inocentes, que cae sobre el mundo".



sábado, 1 de febrero de 2014

Cuando las palomas cayeron del cielo - Sofi Oksanen

Estonia es una pequeña nación y su nombre va siempre unido a de las dos otras repúblicas bálticas: Letonia y Lituania. En 1939 cayó en la órbita soviética y en 1941 fue ocupada por la Alemania nazi hasta 1944, año en la que el ejército rojo la incorporó definitivamente al “imperio comunista”.

Cuando las palomas cayeron del cielo se desarrolla en esa convulsa época de la historia estonia, con la llegada de los nazis al país y todo lo que ello significaba. Es un libro de contrastes, en él, Sofi Oksanen dibuja a su protagonista Roland como un hombre de principios, recto, implicado y valiente y a su primo Edgar como todo lo contrario, una persona ambiciosa, vengativa, camaleónica y capaz de traicionar a todos y todos con tal de salvar su pellejo y progresar en la escalera social.

La novela va creciendo paso a paso como un rompecabezas, donde Juudit completa el último vértice del triángulo formado por los dos primos, dando saltos a la década de los sesenta donde se investigan los hechos acaecidos durante la ocupación alemana. La obra tiene algo de policiaca, histórica y de epopeya, tres géneros que se enlazan con gran fuerza dando al todo un resultado final tan compacto como interesante.

La clave de  la novela es el contraste entre los dos primos, Oksanen usa la vieja táctica de oponer a un personaje contra otro, la vileza parece mayor (aunque sea exactamente la misma) cuando se enfrenta a la nobleza, siempre hay que tener en cuenta a que te enfrentas en la vida, si estas rodeado de buenas personas tu pequeñas maldades parecerán mucho más grandes de lo que son y viceversa. Lo mismo sucede con las circunstancias, cuando tu vida se mece en un plácido mar de olas de rutina, tu falta de carácter o tu incapacidad para sobreponerte a las dificultades, pasan desapercibidas, pero cuando la fortuna decide marcar otra dirección y los tiempos se vuelven turbulentos, tu disfraz puede caerse y tus miserias quedar al aire, a no ser que seas o suficientemente noble o suficientemente vil para no naufragar contra las olas del destino

Gran novela fenomenalmente documentada sobre un país del que no conocía mucho.