lunes, 24 de agosto de 2015

Sombras


Hasta hace poco pensaba que mis recuerdos se volvían sombras incoloras e indoloras, mis ilusiones cambiaban su ropaje multicolor por una gris y austera vestimenta e incluso, el flamígero sufrimiento que proceso se achantaba y acomodaba como una discreta cicatriz en el envés de mi mano.
 
Pero obviaba lo más importante, yo soy una sombra, olvidada en las estanterías de la memoria de otras personas y lo que es más terrible, que camina. Me he convertido en el gris recuerdo de mi mismo, en una pesadilla viviente nacida del sueño de un adolescente, mi sangre roja se ha transmutado en un  líquido compuesto de: pus, mierda y alcohol. Me descompongo a cada paso, exteriormente cohesionado por una coraza de cinismo y educación, interiormente destilando terror y dolor. Es un proceso sin marcha atrás, un descenso con solo un final, una historia trillones de veces repetidas
 
Sombra con sus sombras, gris con sus grises, un hombre difuminándose en el pavimento de una calle olvidada, otro grano de arena que vuela en el desierto de la vida.