Esta voz en el desierto cibernético vuelve a hablar de literatura. Un autor que ya provocó alguna entrada en este Blog y esperemos que siga haciéndolo en el futuro: Alessandro Barrico
Voy a comentar su última obra: Emaús.
Quizás sea la menos Barriquista (perdón por semejante palabro) de todas las obras suyas que he tenido entre mis manos. Su estilo es menos onírico que de costumbre, la fabula deja paso a la realidad y la nebulosa de imágenes aterriza en personajes más terráqueos.
Un grupo de cuatro jóvenes italianos de dieciocho años vive en familias de lo más común, su educación tiene una fuerte impronta católica y parecen destinados a un futuro esplendoroso. Todo es apariencia, los problemas laten debajo de las corazas.
Emaús es una parábola del Nuevo Testamento, el autor no tarda mucho en desvelar su contenido y la obra en general es una recreación de ese episodio bíblico. Jesucristo es cambiado por Andre, una chica que toma el papel de admirado profeta en el grupo de los cuatro chicos protagonistas y en cada uno de ellos sacará a relucir una parte escondida de su personalidad.
Nosotros mismos en algunas ocasiones decimos que no sabemos como vamos a reaccionar ante determinada situación, en el caso de chicos que acaban de llegar a la mayoría de edad y han vivido en un entorno muy protegido no saben como van actuar ante ningún tipo de situación.
"Tenemos dieciocho años, dije, y lo somos todos" y a esa edad se tiene potencia para ser todo, para bien o para mal. Una simple chispa puede encender el fuego dentro, ascuas esperando ansiosas el soplo de Andre, arden sin piedad. Pero: "Dice que nunca ha existido un antes de Andre, porque éramos así desde siempre. Por tanto no nos corresponde ninguna nostalgia, ni disponemos de un camino para volver atrás." Quizás simplemente sus padres no quisieron ver la realidad o si la encontraron no la quisieron creer. La linea recta siempre es más sencilla de trazar que la curva. "Así, mientras nos enseñaban el camino recto, nosotros ya éramos telaraña de senderos, y nuestra meta estaba en todas partes"
Un profeta nos puede enseñar lo que albergamos dentro, una caricia levantar un tifón en nuestro alma y un libro hacernos pensar y sentir a la vez.
Baricco lo vuelve a hacer otra vez, leerle es un placer. Totalmente recomendable
2 comentarios:
Prefiero los libros a los profetas. Daré otra oportunidad a Baricco, no me ha decepcionado hasta ahora.
Yo leí el de Tierras de Cristal y me pareció de lo peor.
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