sábado, 20 de diciembre de 2008

Fijar, anclar y clavar

Parece mentira que Brausencito sea capaz de matar otro año más y que no haya sido a la inversa. ¿Cuantos más será capaz de asesinar nuestro héroe con sus propias manos?

Creo que una de las razones más importantes por las que escribo es la que paso a explicar (o al menos tratar de hacerlo) a continuación.
Fijar, anclar o clavar algo de mi vida con palabras, crearme la ilusión de eternidad en escritos de dudoso valor pero indudable efecto terapéutico. Es mi obsesión (y la de cualquier persona) contemplar y no poder hacer nada ante el continuo paso de cada instante, dejando, a lo sumo, recuerdos, cicatrices, borra en el fondo del alma.
Me da miedo pensar en como se acelera la vida, semanas que vuelan dentro de lugares comunes en espirales que hunden su raíz en la muerte, cada vez con giros más vertiginosos, mezclando años con meses y semanas sin poder identificarlos.
Tecleando estas palabras lanzo un destartalado y fracasado desafió a la muerte, sabiendo que quedará olvidado con el paso de un par (a lo sumo) de décadas. Es una guerra perdida pero necesaria.
Casi nunca releo nada de lo que he elaborado, me da tal pudor que me siento casi incapaz, pero alguna vez aparece ante mí, casi mágicamente, algo que me turbaba, me preocupaba o pensaba hace años en forma de escrito. Y eso me reconforta, porque el que fui (con todo lo que eso implica) está ahí, fijado, anclado o clavado a una hoja de papel por quien sabe cuanto tiempo.

Brausencito recomienda una canción de Bruce Springsteen: The wrestler, que aparece en la película del mismo nombre.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Veintitrés

Estaba pensando como era mi vida cuando tenía veintitrés años, y tengo que hacer cálculos para poder recordar. Estamos a finales del 2008 y tengo veintinueve años, por lo tanto, cuando yo cumplí veintitrés corría, por la tierra occidental que habito, el año del señor: 2002.
A grandes retazos en el 2002 se acabó la beca que tenía desde el 2001 y representaba mi primera experiencia laboral, estuve parado dos meses e hice un curso de informática en el INEM, el cual tuve que abandonar, justo cuando se empezaba a poner interesante, porque encontré trabajo en una empresa para la que posteriormente trabajé casi cinco años.
Fui a Barcelona en un autobús a ver uno de los mejores conciertos de Springsteen que he vivido, anduve por Galicia y jugaba al fútbol cada dos por tres. Lo que no pasaba por mi cabeza era morirme.
Hace casi un mes se murió en mi empresa el más joven de todos mis compañeros, con tan sólo veintitrés años de edad. Tras un mes de enfermedad José Manuel nos dejó. Tan simple y tan duro como eso, su vida llegó al fin cuando todos pensamos que debe comenzar. Estas son las reglas de juego, se sabe cuando se comienza pero no cuando se termina. Tus planes, ideas pasiones y decepciones no cuentan, simplemente son eliminados. Si existe Dios, el destino o como queráis llamarlo, ¿Por qué hace esto? ¿Ejemplo, castigo u oscura diversión? Prefiero consolarme pensando que todo es casualidad y que la rueda de la Fortuna apagó su aliento como el viento derriba las caducas hojas otoñales, unas antes y otras después pero sin trazar brillantes planes para cada una de ellas.
Cada letra, cada nota, cada sonrisa son únicas e irrepetibles, por suerte yo compartí algunas con José Manuel y forman parte de mi mar interno lleno de vida, y que yo, a su vez comparto con otras personas contagíandome de su luz y reflejándola como la luna al sol.
Buena suerte José Manuel, donde quiera que estés, hasta siempre.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Odio

Brausencito recorre con ávidos ojos algunos de los escritos de Alejandro (el cual solo fue llamado Alex por su santa madre). Ha decidido sacar a la luz uno basado en un pasaje del libro: Juegos florales de Sergio Pitol.

Era inmundo el estado del campo santo en que se encontraba el ataúd, abandonado y vejado continuamente por algún tipo de secta satánica que usaba aquel destartalado cementerio para sus paranoicas ceremonias.
Los amigos y familiares del finado no comprendían el porque de enterrar allí a Mario ya que su posición social era más que desahogada. Achacando a la excentricidad la toma de esa decisión partieron cada cual a su hogar.
Sólo su viuda comprendía que hacía el cuerpo de su marido allí sepultado: un deseo inusitado de venganza, que sufriese eternamente las culpas de su vida terrena.
He aquí que la viuda, llamada Violeta, tenía preparado perfectamente su plan de revancha eterna. Comenzó a escribir a las médiums más reputadas de toda Europa, por alguna razón consideró que las mujeres centro europeas tenían canal abierto con los muertos ya fuesen rusos o japoneses, y concertar citas con ellas.
Aún se recuerda en la consulta de la señorita Ingerson (que a pesar de rondar los noventa años insistía en su condición de señorita) el encuentro con Violeta. Tras el pago por el adelantado de una cantidad nada desdeñable de oro, la señorita Ingerson comenzó a realizar sus famosos movimientos preparatorios de incalificable obscenidad para cualquier observador que la contemplase por primera vez. Tras unos instantes de tensa calma, solicitó a Violeta el nombre del espíritu con el que deseaba conversar, sin vacilar la viuda contesto: "Mi marido Mario". A continuación la señorita Ingerson cambió radicalmente de voz, e incluso como recordaba posteriormente Violeta de acento, y pronunció un : "Hola" que dejó helados a todos los presentes. En ese momento una de las damas que acompañaban a la inconcebible señorita Ingerson indicó con un sutil ademán que la transmutación de almas se había llevado a cabo y Mario hablaba en boca de la estrambótica anciana. Violeta comprobó la identidad del supuesto Mario con alguna pregunta intima que sólo él debería conocer la respuesta. Fue ya una vez asegurada la presencia de su marido cuando lentamente, comenzó un discurso, que sin lugar a dudas había preparado con sumo cuidado, en donde declaró de manera tan fría como impasible, que no pensaba dejar descansar en paz a Mario. Violeta fue perdiendo poco a poco las formas y acabó insultando procazmente al finado. La señorita Ingerson se revolvía tratando de controlar el espíritu ajeno que albergaba, la escena acabó con Violeta obligada a abandonar la sala por la fuerza, fueron necesarios los dos nietos más hercúleos de la señorita Ingerson para sacar a la desquiciada clienta de la consulta.
No sería esta la única vez que la viuda solicitó esta clase de servicios y siempre con el mismo resultado: insultos y gritos, ya fuesen al alma de su marido muerto o la médium por considerarla un fraude. En más de una ocasión hubo de intervenir la fuerza pública para calmar los ánimos.
Las videntes se negaron a recibir a Violeta, a pesar de usar nombres falsos y estar dispuesta a pagar cifras disparatadas por su ayuda, su plan de castigo eterno a Mario corría peligro.
Negandose a abandonarlo, fue ella misma la que comenzó el estudio de las ciencias ocultas. Pasaba largas horas leyendo vetustos libros adquiridos a dudosos magos de esquivas miradas. Su biblioteca esotérica creció a la misma marcha que menguaban sus rentas. Todos temían por su salud mental.
Su única hermana trataba de evitar esta afición, invitándola a exóticos viajes, fastuosas fiestas y todo tipo de espectáculos, pero Violeta ponía cualquier excusa para no asistir a tales eventos. Una vez Luisa, olvidando el miedo que sentía hacía su hermana mayor:
-"¿Por qué, Violeta, por qué todo esta locura?, ¿Qué te hizo Mario?"
-"Luisa, no lo entenderías."
Y así vivió años y años, invocando ella misma el espíritu de su marido para martirizarle con insultos y asetearle con todo lo que más odiaba Mario en vida, creando un puente de ira entre dos dimensiones.
Luisa siempre pensó que su hermana fue feliz gracias al odio como ella lo había sido gracias al amor.

Brausencito ha tecleado esta historia de Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) mientras escuchaba a su último gran descubrimiento musical: The gaslight anthem.

jueves, 16 de octubre de 2008

Alejandro

Todos los días Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) llegaba al mismo punto, de lunes a viernes directamente desde su oficina, sábados y domingos desde su domicilio. La librería a la que iba no tenía ningún encanto especial, era una tienda más de la Casa del Libro como tantas otras esparcidas por la ciudad, pero a él le gustaba porque nadie le molestaba, podía vagar tranquilamente entre las estanterías y las mesas repletas de libros sin que nadie le distrajese. Esperaba una llamada, un reclamo, que alguna de las obras que habitaban bajo ese techo se le declarase. Con el tiempo Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) aprendió que no todos los libros eran sinceros, algunos hacían lo que fuese por salir de esas cuatro paredes que no consideraban su hogar y fingían ser más interesantes de lo que en realidad eran, otros suplicaban y prometían diversión sin fin con tal de verse liberados del código de barras que oprimía su contraportada. Nadie más oía estos gritos y lamentaciones, Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) lo achacaba a que sólo él les escuchaba realmente. Tras deliberar y sopesar las razones que le presentaban las distintas obras, compraba un libro o lo sumo dos, si eran especialmente delgados y desvalidos, volvía a casa y no se acostaba hasta que se terminaba los volúmenes adquiridos.
Este era su ritual cotidiano, se podrían contar con los dedos de la mano las jornadas en los que Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex), falto a la cita diaria con los prisioneros de la Casa del Libro.
Vivió así y por tanto feliz: treinta y dos años, ocho meses, catorce días, trece horas, diez minutos y un número indefinido de segundos, ya que esa tarde al emprender la lectura de la página cincuenta y tres de "Doña Perfecta" , no pudo continuar. No era capaz de leer ni una línea más, ni siquiera una palabra o una huérfana letra. Notó como su cabeza repleta, llena, había llegado al tope de lectura que podía asimilar. Pensando que era algo transitorio decidió acostarse sin acabarse el volumen que había comprado esa misma tarde, por primera vez en, quizás, un lustro.
Como viene siendo habitual desde hace millones de años, la mañana siguió a la noche, y inevitablemente la tarde a la mañana y Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) faltó a su cita con la casa del libro, ya que no había concluido el adquirido en la víspera. Hecho que no pasó desapercibido a una de las cajeras del establecimiento, lo que a su vez provocó un comentario jocoso, pero sin malicia, de ésta al guarda de seguridad que vigilaba con aire marcial la única salida de la franquicia. Ambos rieron con sana naturalidad y una chispa de algo parecido al cariño en sus ojos.
Casi a la carrera llegó nuestro protagonista a su casa, y no fueron pocos los vecinos que pensaron llamar a la policía al oír os gritos que profirió Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) al comprobar que la acción benéfica de la noche no había conseguido devolverle la capacidad de la lectura.
Conjeturó sobre todas las alternativas posibles y siempre llegaba a la misma conclusión: había llegado al tope de palabras que cabían en su cráneo. Por lo tanto, la solución era muy simple, tenía que vaciarlo. La pregunta era: ¿Cómo?. Intentó los métodos más clásicos: miccionar y defecar, pero como luego pensó, que se vaciase su cuerpo no significa que lo hiciese su cerebro. Probó: vomitando, hurgándose en la nariz tratando de hallar un tapón que le vaciase la mente como una bañera, taladrándose el oído con todo tipo de artilugios, pero el resultado era siempre el mismo: frustración sin limites.
Llevado por la desesperanza Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) salió a la calle buscando una solución, como es habitual no encontró ninguna, pero si un bar en donde ahogar las penas. Ni borracha su cabeza le permitió leer una sola sílaba con la que aliviar su angustia.
Por segundo día consecutivo, cosa inaudita hasta la fecha, Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) se acostó sin terminarse un libro.
Los días siguientes fueron un infierno, desesperado tomó papel y lápiz dispuesto a explicar las razones de su inminente suicidio. De un tirón dejó su testamento escrito e inconscientemente lo releyó para confirmar que quedaba meridianamente claro porque decidía colgarse de la araña, hermosa herencia familiar pero no destinada a tal fin. Cuando se estaba ajustando el nudo de la cuerda, el mercado de sogas es cada vez más escaso, se dio cuenta de haber leido su propia despedida, y fue tanta su alegría que casi se ahorca tratando de desasirse del nudo que un momento antes deseaba le agarrase para siempre.
De nuevo los vecinos estuvieron a punto de llamar a la policía al oír los gritos que Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) profirió al comprobar que podía leer de nuevo y avanzar en la trama de "Doña Perfecta". Su gozo fue corto ya que únicamente puedo hacerlo durante dos páginas, notandose el cerebro repleto de palabras otra vez. ¿Qué pasaba? ¿Qué sucedía? ¿Qué genio maligno se reía así de él?
No duró mucho esta vez su malestar, porque en seguida recapacitó sobre lo sucedido,había vaciado su cabeza de palabras: ESCRIBIÉNDOLAS. El experimento no se hizo esperar y Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) anotaba cada palabra que leía, copiaba las letras impresas a su grafía manual.
Al principio el nuevo método le disgustó ya que relentizaba su marcha, ya no podía leer un libro diario y por tanto ya no iba cada tarde a su Casa del Libro a oír las suplicas de sus habitantes. Pero después, descubrió, que así, copiando cada palabra, disfrutaba más de cada obra, saboreando matices hasta entonces desapercibidos. De hecho Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex), jamás volvió a comprar un libro.
Cuando los vecinos, finalmente, llamaron a la policía, alarmados por el mal olor que nacía de la casa de su vecino, ésta se encontró, además del cadáver putrefacto de Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex), cientos de hojas de papel perfectamente numeradas y ordenadas.
Al lado de cada "libro original" se encontraban sus versiones manuscritas. Una de las camilleras del Samur, gran aficionada de la lectura, se entretuvo leyendo estas copias mientras esperaban que el juez levantase al finado. Sorprendida quedó cuando comprendió, que la primera copia de Andanzas del imprensor Zollinger era totalmente fiel al original, pero que la segunda variaba, levemente, respecto a la primera y que una que una eligida al azar solo tenía un lejano parecido con la genuina.
Actualmente los estudiosos de la obra de Alejandro (sólo su madre se atrevió a llamarle Alex) discuten si se pueden llamar versiones a estas copias o son libros originales de por si. Son varias las teorías que explican, desacertadamente, porque empezó nuestro héroe comenzó a copiar los libros que leía.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Velocidad

Brausen piensa que está enfermando por momentos, su maltrecha garganta está irritada, pero él se niega a guardar la cama que el galeno le prescribe.

"Decíamos ayer" que la velocidad es la principal causante de que las altivas formas vaguen sin sentido por este mundo que habitamos.
Somos hijos de una época en la cual se prima el cambio sobre ninguna otra cosa, cambio que no progreso, ya que no toda variación significa una mejora como nos lleva a crear la inercia que nos empuja sin cesar. Quizás eso pueda ser cierto en el campo técnico, nadie compraría un ordenador que fuese peor que el anterior, pero quien sabe si no estamos abrazado una manera de vivir (¿debiera escribir sobrevivir?) más perniciosa que la anterior. Esto es imposible de saber, nadie puede siquiera atisbar cuan feliz se era una persona media (he aquí el milagro de la estadística) hace un siglo y que cuota en la escala de la dicha somos capaces de alcanzar ahora.
Lo que está meridianamente claro es que se sobrevalora el cambio: grupos de música, escritores, ideas, juventud; aunque en muchos casos solo reeditan ideas olvidadas momentaneamente por el público; ¿Cuantos renacimientos del rock llevamos ya?.
Para crear un fondo a la sombra de una forma son necesarios dos ingredientes tan fundamentales como escasos: tiempo y constancia, que quizás sean mucho más sinónimos de lo que imaginamos a primera lectura.
En general preferimos especular (termino el cual creo que me llevará si nadie lo remedia a mi próximo articulo) lo máximo posible con nuestra forma y alcanzar lo mayor vistosidad con la mínima inversión.


Pero..., ¡Para!



¡Piensa!


¡Reflexiona!


¡Respira hondo! No quieras acabar tan rápido esta entrada.





Predica con el ejemplo.








Cuando te dejas cautivar por una forma y le dedicas el suficiente tiempo, verás que no hay fondo detrás, único capaz de resistir a las manecillas del reloj creando más y más interés a otras almas (iba a escribir profundas, pero esta claro que un alma ha de serlo por definición) y provocando que las formas plagien el estilo de ese interesante fondo.
La vida es demasiado veloz para que nosotros la aceleremos más fijándonos solo en modas y abandonado la esencia a su suerte.

Brausencito ha descubierto que detrás de un grupo hay más fondo del que el intuía, otra vez la causalidad le ha sido propicia y un presente que pensaba sufrir como acompañante se ha convertido en un regalo para él mismo. El enfermo genio os recomienda: Infadels y todo su segundo disco entero: Universe in reverse.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Fondo y Forma

Brausencito ha sobrevivido al diluvio que ha inaugurado el otoño gracias a su inaudita capacidad anfibia y sus afamadas ancas. Una suerte la de ser un autor todoterreno.

Forma y fondo, exterior e interior, piel y alma deberían ser términos unidos íntimamente, pero cada vez encuentro, francamente contrariado, que muchas veces me topo a alguna forma vagando sin dirección por la calle. Yo me pregunto: ¿Que hará esta loca sin su fondo amigo, correteando alegre y despreocupada? ¿Estará perdida? ¿Habrá convocado un referéndum para liberarse de su pareja? ¿Ha solicitado el divorcio de su fiel compañero para vagar libre y despreocupada en busca de aventuras?
Cada vez hay más seres humanos que han decidido convertirse únicamente en apariencia, en una forma: fantástica, formidable, fascinante, fugaz, falaz, famélica. Quieren deleitar al mundo con un espectáculo calculado de fuegos de artificio, tan corto como irreal, huerfanos de contenido, viviendo de poses aprendidas y lugares comunes manoseados. En una palabra: vacías.
Formas que son como sombras en una pared: existen, se ven e incluso se mueven pero cuando se quieren asir no se atrapa más que aire mil veces respirado, globos que se pinchan a la mínima ráfaga de un viento no favorable, formas sin fondo, formas sin vida.
La vida está en el fondo, en lo poco o mucho de puro que haya en cada persona, en la esencia y los sueños ansiados(por muy estúpidos que sean o nos parezcan) y no en una acumulación sin sentido de ropa de marca, lugares visitados y cursos asistidos. ¡Tened cuidado! las formas, a veces, pueden parecer llenas de fondo, pero es fácil descubrirlas, solo hay que hurgar debajo de los sedosos paños con los que se recubren y se encontrará la verdad: que no hay fondo y por tanto no hay nada.
Otro día hablaré de la causa de la creación de formas sin fondo: la velocidad.

Brausencito, tras un tiempo ausente, ha decidido volver con sus recomendaciones musicales, debido al ingente número de cartas recibidas de todos los rincones del mundo. Todas eran un clamor: ansiaban nuevos caminos a recorrer guiados por la firme mano del maestro. Magnánimo como es él, no se hace de rogar; canción Yes; artista: Aereogramme.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Intrincados pasillos

Intrincados pasillos, largas esperas, ruidos extraños, miradas perdidas, manos encontradas, aparatos mágicos, cientos de voces, carteles indicativos, normas severas, esperanza latente y miedo a quintales.
Un hospital es un lugar al que nadie quiere ir, siempre vamos forzados por nuestro cuerpo rebelde que se niega a funcionar correctamente y allí tratamos de convencerle, por las buenas o por las malas, a firmar el armisticio y deponer su lamentable comportamiento. A veces se consigue y otras no, nadie es tan sutil para conseguir vencer a alguien, por muy bueno que sea, en el cien por cien de las ocasiones.
Lo que hay detrás de esas largas esperas, normas severas e intrincados pasillos es vida en estado puro, arrancados los velos que creamos en nuestra vida cotidiana, se escucha solo el latir del corazón recién nacido y la respiración agonizante del moribundo.
Todo es tan bello y real, es todo una explosión de vida (muerte y vida dos caras de la misma moneda), sinceridad y amor: la mano nudosa de un anciano que busca la de su hijo para tener el valor suficiente e inspirar una vez más, mientras dos pasillo más allá una madre agarra la manita de su bebé que no es capaz de ni abrir los ojos. El instante cobra su verdadero valor, un segundo importa, una sonrisa muestra todo lo que es capaz -cuantas desperdiciamos a lo largo del día- y las lágrimas de alegría se mezclan con las de pena en el suelo de la misma sala de espera.
Al construir estas moles de cemento deberían tener en cuenta una cosa: colocar el nido en una zona de paso, preferiblemente de obligatorio transito en la entrada y salida del hospital, rodeada de cristales para que todos entrásemos o saliésemos de allí con una sonrisa reparadora en los labios.

sábado, 23 de agosto de 2008

Pequeño

Una pared: cuatro manchas de humedad distintas divisadas.
Un rostro: doscientas cuarenta y tres tipo de sonrisas diferentes inventariadas.
Una sabana: mil doscientos siete pliegues producidos y contabilizados en la misma noche.

Un matiz, una diferencia leve que apenas se aprecia necesita de unos ojos hambrientos para existir, sin la necesaria voracidad la pequeña variación (indigna de llamarse cambio) se ahoga en el habitual mar de indiferencia en el que existimos. Son tantas cosas pequeñas las que dejamos morir sin valorar convenientemente; centrándonos siempre en la grandilocuencia de lo llamativo e inusual. En la mayoría de los casos no podemos decir que conocemos realmente lo que nos rodea, lo suponemos e intuimos pero mucho más levemente de lo que nos creemos.
Kant no salió de Köninsberg, a lo sumo se trasladó a ciento cincuenta kilómetros de su ciudad natal, quizás incapaz de asimilar el torrente de conocimiento que le proporcionaba el bosque por el cual acostumbraba a pasear todos los días, no se atrevió a lanzarse en busca de nuevas emociones o tuvo el suficiente valor para detenerse a mirar con ojos famélicos de detalles a su jugoso entorno.

Una luna llena: ochenta y tres nubes de todos los modelos pretenden ocultarla, fracasando siempre en sus intentonas.
Un árbol en otoño: cuatro hojas penden de sus ramas balanceadose inquietas por la crueldad del viento, desafortunadamente una fenece.
Un corazón humano: ochenta y dos latidos vibrantes, eléctricos y deseosos de no ser desaprovechados.

lunes, 21 de julio de 2008

Comentario de texto

A partir del texto anterior (Una cita) exponga su opinión argumentada sobre la felicidad como un estado estático o dinámico (1,5 puntos)

Aquí el autor expone su pensamiento sobre lo que es la vida y como alcanzar la felicidad, siendo esta última un estado óptimo al que todos deseamos llegar.
Pero D'Ors nos deja clara una cosa en su texto que si alcanzamos tan deseado estadio este desaparece; como quien persigue su propia sombra cuando al fin la alcanza no puede abrazarla.
Nosotros somos seres dinámicos, nacemos, crecemos, nos desarrollamos y, indefectiblemente, morimos, por mucho que deseemos ser Peter Pan, éste acaba reventando más o menos dolorosamente, porque somos un rió que jamas podrá ser embalsado.
Heráclito ya dijo hace más de dos milenios aquello de: "En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos]", esto tiene tantas implicaciones maravillosas como turbadoras, si conseguimos desterrar la idea de paraíso como lugar conquistable y del cual nunca nos podrán expropiar , por otro lado tan inculcada en nosotros desde nuestra infancia, abrimos la puerta a un mundo cambiante que se estrena cada día lleno de matices diferentes a nuestros también nuevos ojos.
D'Ors lo sabe y lo que es más importante; lo siente por eso practica lo que a él le hace feliz: escribir, persiguiendo así su felicidad, hincar otra bandera y cuando ésta este firmemente arraigada en el suelo, no abandonarse a la contemplación y vanagloria, sino arrancarla de cuajo y emprender el riesgo de volver a crear magia uniendo palabras desconocidas entre si hasta ese momento.
La tentación de la estancación en una vida irremediablemente dinámica es la condena de la gran mayoría de nosotros; viendo que ni el coche, ni la casa, ni la Play 3 nos dan la felicidad y que si alguna vez nos acercamos fue cuando corrimos detrás de ese coche, esa casa, esa Play 3.
Por eso quizás los genios nunca paren, sigan escribiendo, componiendo, pintando, inventando, comprando, alzando su bandera de un lugar a otro, persiguiendo la felicidad y así siendo felices.

Evalúen el intento del alumno comentando el texto, por favor no sean muy duros con él, aún es un aprendiz.

jueves, 17 de julio de 2008

Una Cita

Pablo D'Ors, Lecciones de ilusión, página 588:
"El hombre que es feliz siempre crea un espacio: una casa, un libro, un horizonte nuevo al que viajar y en donde hincar aunque sea metafóricamente un bandera. Pero ese mismo hombre feliz, con la bandera hincada y el libro escrito, ese hombre en casa se da cuenta de que por muy bien que ondee la bandera y por muy confortable que esté en su hogar, por justo y necesario que sea el libro que ha logardo escribir, ni la casa ni la bandera ni el libro le dan la felicidad. Que la felicidad está en viajar para hincar una bandera, en escribir para ofrecer un libro y en construir una casa para que otros la habiten mientras que él, ese hombre féliz, construye otras casas, hinca otras banderas y escribe otros libros que tratarán -es lo más probable- sobre cómo se fraguan las historias, se hincan las banderas o se construyen las casas. El hombre que es feliz crea espacios para la felicidad; pero ninguno de esos espacios es la felicidad."

martes, 8 de julio de 2008

El límite de la locura

Brausen mira apesadumbrado como aumenta el volumen de su tripa, conducido por la desesperación puede tomar cualquier decisión, incluida la de hacer deporte.

Hace un tiempo que me terminé Lecciones de Ilusión de Pablo D'Ors , libro que para digerirlo en su entereza merece ser vuelto a leer, y no me terminaba de decidir por uno de los muchos temas que se tocan en la obra, todos con enjundia. Tras sopesarlo creo que me decantaré por el que da título a esta entrada y es el hilo conductor de la novela de D'Ors.
Para que una persona sea original en cualquier ámbito debe pisar caminos nunca hollados hasta ese momento, explorar sendas oscuras e inciertas, olvidarse de convenciones académicas y normas sociales, avanzando en pos de una idea, que puede que se le haya metido en la cabeza a traición, coqueteando con la locura y citándose con ella a cada momento.
Los cuerdos actúan siempre de acuerdo a lo preconcebido, no cabiendo en ellos más que un comportamiento predecible, llevando una vida madura y plena exenta de sobre saltos.
¿Pero quien es el loco y quien el cuerdo?
Las normas (sociales, académicas, artísticas o de cualquier tipo) a las que atenerse cambian a cada momento, no hace más de cien años (e incluso menos) lo intachable era casarse sin llegar al cuarto de siglo cumplido, ahora se llama loco al que simplemente contrae matrimonio; sensato era el profesor que pensaba que el sol era el centro del universo mientras actualmente todos pensarían que es un borracho, cabal y heroico era el que se metía a torero y en nuestros es tildado de asesino.
El cuerdo tiene miedo del loco, de su impredecibilidad, de su falta de respeto del mundo seguro y normalizado que nos (uso primera persona del plural porque yo desde luego tengo más de cuerdo que de loco) hemos creado, pensando que este hogar de paja que levemente se mantiene en pie vencerá al huracán que es la vida.
El creador, el artista o el científico (porque no pueden ser sinónimos) debe adentrarse en el país de lo inesperado para secuestrar una idea y amoldarla a los estándares cuerdos en los que existimos para que pueda ser aceptada, todo aquel que lo haga con sinceridad merece mi reconocimiento. La originalidad y la locura siempre van de la mano, si nadie sobrepasase los límites de la sensatez viviríamos en una eterna circunferencia de conformismo.

Brausen recomienda el parque del Capricho, sito en la Villa y Corte, una verdadera joyita escondida en este nudo gordiano que llamamos Madrid.

martes, 24 de junio de 2008

Lanzarote

Brausen ha vuelto revitalizado de Lanzarote, los fuertes vientos y la mejor compañía han hecho que florezca en él una renacida energía. Cierto es que ha tenido que amoldar el aspecto de lobo de mar que lucio en la isla por uno más propio de su condición de chupatintas honorable, pero promete volver a ser ese marino indomable que fue unos días en cuanto le sea posible.

Hay miradas que ven cosas distintas a las comunes, donde una persona normal solo distingue: cenizas, polvo y destrucción otro puede encontrar un paisaje único e irrepetible en su esplendor. Quizás para ello solo haya que dar libertad a los sentidos dejando que las sensaciones,derriben los cortafuegos de los estereotipos, destrocen los clichés sociales vigentes y aplasten los comportamientos aprendidos que tan cómodos nos son.
Cesar Manrique lo hizo, miró a su isla (nació en Lanzarote) con unos ojos que otros no habían usado hasta ese momento y comprendió que no pisaba tierra muerta, como muchos pensaban, sino tierra recién nacida, tan viva que el fuego creador le sigue ardiendo por dentro como en pocos lugares de este planeta. Puede que lo más importante de su obra fuese hacer ver a los lanzaroteños esa belleza que se resistian a admitir, que no pensasen que eran desafortunados por llevar ceniza volcánica pegada en sus sandalias sino todo lo contrario, que las grietas que se abren en la piel insular son tan bellas como las que pueda provocar una sonrisa en el rostro de un abuelo al ver jugar a su nieto. Solo hay que saber mirar sin velos en los ojos, tan sencillo y difícil como eso.
Usando elementos propios de Lanzarote: piedra negra, cactos, el blanco de sus pueblos, creó pequeñas construcciones que sin romper el entorno en donde están enclavadas, permiten observar, sin prisas, paisajes únicos e irrepetibles. Les dio una forma de vida y un motivo para estar orgullosos: dos cosas más que necesarias para poder vivir dignamente.

Brausen recomienda (incluido a él mismo) mirar todo sin el velo de la costumbre y el corsé social que tan fuerte nos atenaza, rasgarlo y explotarlo respectivamente para poder volar libres por la belleza que silenciosamente nos rodea.

miércoles, 4 de junio de 2008

Quinnipak

Quinnipak.
Quinnipak.
Quinnipak.
Quinnipak es todo lo bello y todo lo horrible.
Quinnipak es un lugar a donde escapar pero no donde vivir.
Quinnipak es vida pero también muerte (¿acaso no es lo mismo?)
Quinnipak se construye durante años y se destruye en segundos.
Quinnipak es el lugar donde se desarrolla la novela de Alessandro Baricco: Tierras de Cristal, que como podéis adivinar no es más que un lugar irreal creado por el autor para situar la trama de su libro. Una pequeña ciudad vagamente decimonónica, en la cual todos sus habitantes tienen una característica común: se atreven a soñar.
Con esa habilidad tan suya, el autor nos cuenta, cual cuento de hadas, de que color es cada una de las enormes bochas de vidrio que lleva cada personaje en su bolsillo, porque aquí nadie se conforma con canicas compactas e irrompibles, prefieren esferas cristalinas tan radiantes como vulnerables.
Solo al final de la novela se descubre el auténtico significado de Quinnipak, su valor como ciudad alegórica y su presencia en cada uno de nosotros: una suma de sueños, ilusiones y fracasos, es decir un retrato del alma humana.
"... Todas las bochas de cristal que habrás roto no eran más que la vida... ésos no son errores... es la vida... y la vida verdadera tal vez sea precisamente la que se rompe..." Dice el viejo Andersson al señor Rail. Todos llevamos dentro un Quinnipak, deberíamos dejarle salir, ya que aunque sus calles se llenen de mierda y sus edificios se destruyan, quizás así sea la única manera de bebernos la vida como ella se merece.
Quinnipak.
Quinnipak.
Quinnipak.

lunes, 26 de mayo de 2008

Escapar

Brausen votó por Bosnia en el excelso festival de la canción europea, pero España no estuvo de acuerdo con él, una vez más, y dio su máxima puntuación a Rumania , otra muestra más de lo incomprendido de su genio.

Al terminarme la Isla de Huxley me fue inevitable hacer la correspondiente comparación con Un Mundo Feliz, me imagino que todos los que nos hemos leído ambas obras del escritor inglés lo hemos hecho. Las diferencias y similitudes son muchas pero hay una que me llama la atención sobremanera; en ambas sociedades existe una droga cuasi perfecta: Soma para Un Mundo Feliz, Moksha (que en sánscrito significa liberación) para La Isla. No dejan secuelas, ni provocan resacas o perniciosas adicciones, te transportan con facilidad a un mundo hipersensitivo y maravilloso en el cual rozas con la yema de los dedos la felicidad. No son exactamente iguales, ni el papel que el las hace jugar en los cimientos de los edificios sociales que construye, parecidos. El soma es una panacea universal que les alivia de todos los males y se les ofrece como recompensa tras las duras horas de trabajo. La medicina Moksha aparece más como un piramidión en la cúspide de una sociedad basada en un tipo de educación muy especial (budismo, yoga, sexo) que les hace vivir experiencias que rozan el misticismo.
Es quizás el elemento más parecido que encontramos en ambas sociedades, ¿Por qué sucede ésto? Es una pregunta que solo podría contestar el propio autor y, quizás, lo haya hecho pero yo voy a tratar de aventurar una explicación. En mi humilde opinión, estas drogas otorgan la posibilidad de escapar a quien las consume, de tener siempre una puerta de escape a mano, poder olvidar por un tiempo su vida, problemas y pesares; perderse en una felicidad irreal y quizás estúpida pero tan necesaria, tener unas breves vacaciones de uno mismo. Posiblemente haya ya muchos que tengan una manera de hacerlo: alcohol, religión, cocaína, fútbol, familia... el problema es que después tienen que regresar, y más de una vez no quieren volver a entrar en la piel que abandonaron y les espera vestida con el mismo traje de dolor que querían perder de vista. De hecho todos conocemos casos de gente que se quedó allí, con su enajenante compañero sea cual sea su nombre, para siempre.
Una vía de escape siempre es necesaria, no hay nada tan cruel como poner a alguien entre la espada y la pared, jamás sabrás como va a reaccionar. La desesperación puede tomar formas inconcebibles y funestas. La clave está en saber cuando te estas tomando un respiro vacacional o cuando estas huyendo para no volver jamás.
Huxley experimentó toda su vida con las drogas, pensaba que podían ayudarnos a ser felices tanto o más que la filosofía, de hecho murió el mismo día que J. F.K, de sobredosis de LCD, tenía cancer de garganta y decidió huir definitivamente...

Brausen recomienda una nueva joya musical a las ya tantas recomendadas: Murder by death y en especial la canción Ash.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Mercadeo rosa

Brausencito, al fin, ha sido invitado a una cena de gala, en una semana estará paseando por los salones de palacio con su impecable esmoquin.

Dicen que la demanda de Telma Ortiz estaba mal planteada, que jurídicamente cojeaba y era imposible darle la razón, que solicitaba una censura previa inadmisible.
Yo no entiendo nada de leyes, pero si se que gracias a esta querella se ha debatido algo que llevaba mucho tiempo latente en nuestra sociedad: El "periodismo" rosa y sus limites.
Mentiría si dijese que jamás he visto un programa del corazón o haya hojeado una revista del colorín, es una manera como otra cualquiera de entretenerse en esos momentos que no te apetece pensar en nada. También es cierto que los tolero un rato, pasar de los veinte minutos oyendo: no sé quien se ha follado a no sé cuantos, que Perico de los Palotes ha roto con Palota la de los Pericos o que Jacinto J. Jacintez ha sido filmado saliendo de un bingo, me parece una verdadera machada. No entraré a valorar porque esta clase de apasionantes noticias atrae a tal cantidad de público, en casi todos los medios de comunicación que soy capaz de recordar hay al menos una sección dedicada al tema, solo haré un mínimo análisis a la manera económica de tan rosado tema.
Me parece que nos encontramos ante un mercado como otro cualquiera: con su oferta: gente dispuesta a vender hechos de su vida privada y su demanda: personas dispuestas a comprarlo. Funciona igual que cualquier otro que podamos imaginar: gente que vende patatas y gente que las quiere comprar para: comérselas, tirarselas al vecino del quinto o hacer aguardiente. Se fija un precio y punto, si que te he visto no me acuerdo. Pero parece que el mercadeo rosa no funciona así, hay una serie de diferencias:
1) Si vendes algo ya estas toda tu vida condenado a tener colgado el sambenito de indigno ante los sacrosantos periodistas del corazón: "¡Vendió las fotos de su boda al Hola en el 87! ¡Empalemosle!" No conozco a nadie que te diga: "Mira ese compró cuato y mitad de higos chumbos la primavera pasada..."
2) Si vendes algo, tienes la obligación de seguir vendiendo y atendiendo toda tu vida a esta prensa (por amor al arte en el mayor de los casos). Se guarecen a la salida del portal de turno y fotografían hasta cuando viene el pizzero para después titular: "Mengano cenó pizza, posiblemente para reponer fuerzas tras la orgía brutal en la que participó". Si te niegas a atenderle te atacan con lo de: "¿No es cierto que vendiste tu segunda boda en el 84 por el rito Zulú?". No conozco ningún otro mercado en el que te obliguen a vender, yo puedo querer vender mi coche pero no mi casa, "No no, usted me tiene que vender su apartamento porque como vende su coche esta implícito que vende todo".
3) Existencia de piratas no perseguidos (más bien todo lo contrario). Nunca, al menos entre la gente de bien, he visto aplaudir un robo, en cambio aquí se vitorea a los que te siguen sin descanso para sacarte una foto con alguien de otro sexo y titular: "Pepito Perez ilusionado con su nuevo amor", cuando más que posiblemente sea su prima que ha venido del pueblo y quiere ver un musical en la Gran Via.
4) Si eres un famoso de serie A (aquellos que lo son por cantar, actuar, jugar al futbol...) y no atienden a la prensa cuando estan en el aeropuerto y le preguntan acerca de su ruptura sentimental: malo. Yo aunque me haya encontrado al frutero de mi barrio de copas, jamás le he preguntado: "¿A quien te estas ventilando ahora bribón?, por muchas chirimoyas que le haya comprado.
Pero si eres un famoso de serie B (aquellos que lo son: por ser hijos de alguien, haber estado con o simplemente porque se mueren por serlo) es aun más complicado: si los atiendes: eres un chupacamaras que te mueres por salir en los medios , si les mandas por donde amargan los pepinos: peor aún tendrá que ver su imagen vituperada sin control alguno durante años. Yo jamás le he pedido al carnicero que me venda cuarto y mitad de solomillo cuando me lo encuentro en una exposición en el Prado.
5) Esa moralina tan rancio de este tipo de periodistas: "Es que yo he estudiado una carrera", le sueltan a la mínima a sus propias creaciones (y fuente de trabajo) para que quede claro quien es el que manda... A mí nunca me han interesado los estudios de mi zapatero solo que me remiende bien mi calzado a un precio razonable.
Esta lista podría continuar, y abordar otros temas como ese de: "¡Que se joda la Telma esa!, la de pasta que habrá ganado con su hermana la princesita..." Pero me basta por ahora, quien sabe si algún día continuaré escribiendo sobre ello o yo mismo lo sufro si mi hermano emparejase con la Infanta Elena..

Brausen recomienda ver los programas del mundo rosa en dosis pequeñas y muy esparcidas en el tiempo, sus beneficios son pocos y sus contraindicaciones enormes.

martes, 6 de mayo de 2008

A posteriori.

Brausen medita empezar a escribir este blog en Ingles, no para convertirse en el nuevo Shakespeare, sino para practicar tan pérfido lenguaje, tan bárbaro como necesario para su labor diaria.

El otro día andaba yo tranquilamente en casa sin nada que hacer y me puse una película: Juno. La cual me encantó y me va a servir como guia de mis reflexiones. Para todos aquellos que no la hayan visto, no continúen leyendo a partir de aquí porque voy a desgranar lo esencial de su argumento.
Juno es una chica de dieciséis años que se queda embarazada, tras ser incapaz de abortar decide seguir adelante con su periodo de gestación y buscar una pareja para entregar en adopción a su futuro bebe. Con una amiga encuentra en una revista un anuncio de un matrimonio que no puede tener niños y desea adoptar uno. Tras entrevistarse con ellos resuelve que son lo que busca: la típica pareja perfecta.
Cuando la protagonista ya tiene un considerable bombo, el idilio perfecto se rompe, Juno lo sabe, pero aún así (después de meditarlo) decide seguir adelante con lo acordado y entregar a su bebe, tras el parto, a la ahora "madre soltera".
¿Sucedió todo esto porque tenía que suceder? ¿Había un guión escrito en la palma de la mano de Juno para que fuese así? Para contestar a estos interrogantes voy a considerar los hechos narrados como si fuesen reales, aunque reales son, vistos o escuchados en algún noticiario y no fruto de la mente de un creador.
Todo nace fruto del azar, un único coito sin barreras, ¿qué probabilidad tenía de quedar embarazada?, pero el óvulo estaba en su punto y el espermatozoide lo alcanzó sin encontrar barrera alguna. Su primera reacción es abortar, pero al final rechaza la idea y decide recurrir a la adopción. Aquí es cuando Juno, elige y por tanto crea su destino. No hay ningún Dios que le haya mandado un castigo por no rezarle lo suficiente, o la naturaleza le haya ideado, a priori, un camino más enrevesado que el de los demás. Simplemente copuló sin tomar medidas anticonceptivas. En el 98% de los casos no hubiese pasado nada pero, en éste pasó. Ante tal hecho podía tomar varias alternativas y se decidió por donar a su futuro hijo en adopción a la pareja que ella considerase más apropiada, y a partir de ese instante, su vida es de una manera y no de otra, solo y absolutamente bajo su responsabilidad, es su destino, creado a posteriori de los hechos (azar) como en la mayoría de los casos. Las persona inteligentes son capaces de labrarse "destinos" a sombra de azares muy diferentes, de tal manera que parecen haberles sido otorgados por un ser superior.
Por ejemplo, cuando los futuros padres adoptivos se separan, ella mantiene su palabra con la madre, de manera que vuelve a decidir, y por tanto a crear destino. Si es cierto con consecuencias para terceras partes, pero ¿Desde cuando una decisión tomada por alguien no afecta aunque sea levemente a otra persona?
No controlamos muchas cosas en la vida, hay que tomarlas y aceptarlas como vienen (casi sería mejor si somos capaces de no preguntarnos su porqué), pero nunca podemos renunciar a nuestra parcela de responsabilidad en la existencia: desde sonreír a un desconocido que te pregunta que hora es, a apretar el botón que desata una deflagración nuclear.

Brausen recomienda un clásico del Rock en español: 091, ese bella ciudad Granada que no para de darnos buenos músicos. Una canción: Huellas.

martes, 22 de abril de 2008

Tiempo

Brausen mira fascinado el anuncio actual del Blog, baila el Chiki Chiki, eso le pasa por ponerle a una de sus entradas tan osado nombre.

El paso del tiempo es inevitable, avanza goteando, encontrando siempre una fisura al más perfecto recipiente que podamos idear para conservarlo. Es invencible, el más fiel e infalible caballero que pueda encontrar la dama muerte. Lacerando nuestras existencias incansablemente para entregárselas a su fría amada, sin ella, él no nos causaría pavor, pero juntos, son imbatibles.
No hay amante que se interponga en esta relación ejemplo de matrimonio perfecto, no nos queda otra que buscar tretas para engañarles aunque sepamos que al final siempre nos acabaran cazando. El castigo es el mismo sea nuestra conducta impecable o la más rebelde de la que seamos capaces.
Hay pequeñas victorias que podemos alcanzar sobre el cronometro, ínfimas posibilidades de escapar a la causalidad tiempo-muerte que rige nuestras vidas. Jugarretas intelectuales tan burdas como esperanzadoras. Dentro de nosotros (nuestra consciencia, alma o como queráis llamarlo) el tiempo no reina, pensad en este ejemplo, que a mí tanto me gustó cuando lo leí:
Imaginate montando en un vagón del metro, en cualquier ciudad, en la que tú prefieras. Cierran las puertas y tu comienzas a pensar, recuerdas un hecho: la bronca que has tenido con tu jefe, lo que debes de hacer en cuanto llegues a casa, la última vez que hiciste el amor, el partido de ayer por la noche. Se vuelven a abrir las puertas; ¿Cuanto tiempo ha pasado? quizás dos o tres minutos pero tu mente ha volado por acontecimientos que pudieron durar horas en su momento y que al contarlos se te haría demasiado corto un trayecto de una estación de duración.
Otras veces agrupamos nuestros recuerdos de manera totalmente ajena a la dictadura de Cronos, un simple ejemplo, el escuchar una canción u oler una fragancia nos puede traer a la cabeza en ese mismo instante hechos que sucedieron con años de diferencia entre si.
Son pequeños refugios en donde esconderse de los venenosos tenáculos del reloj, pero quien sabe si nuestra consciencia , capaz de crearlos, sea también tan habilidosa como para esquivar a la dualidad tiempo-muerte, cuando al final nos acaban dando caza, volando a otra dimensión.
Esto es lo bueno de no saberlo todo: todo es posible.

Brausen recomienda una canción de José Ignacio Lapido muy acorde con el tema tratado: Más difícil todavía, un verso como muestra: "...vamos a cambiar las reglas de la realidad..."

martes, 15 de abril de 2008

Escalas

Brausen no para de asombrarse de como pasa el tiempo, seis meses ya de su nueva "aventura profesional", esta celeridad no deja de asustarle.

El truco esta en usar la escala adecuada, ni demasiado grande ni demasiado pequeña, in medium virtus est, siempre y cuando no nos enfrentemos a una circunferencia, donde el principio coincide con el final.
El otro día escuchando una canción, me choco el siguiente versito "...el niño mata hormigas simplemente por diversión...", me hizo acordarme de cuando yo hacia eso mismo, viendo como reaccionaban los pequeños insectos a mis caprichosos ataques. Como un Dios ebrio de su poder que se divertía haciendo sufrir a sus fieles.
Usemos una escala distinta y ,como si fuésemos maquetas, reduzcamonos al tamaño de una hormiga. ¿Cómo vera una hormiga el chorro de agua que sale de la pistola del niño? Su poder destructivo será enorme y si por un casual entra en el hormiguero, lo anegara totalmente. Si estos insectillos tan salados pensasen (y ¿quien puede asegurar que no lo hagan?) posiblemente elaborarían una teoría para explicarlo, crearían algún tipo de ser divino malvado que les ataca si no le adoran convenientemente, para explicar porque se pasaban largas temporadas en paz y de repente eran aplastadas sin sentido.
Juguemos ahora a la inversa, creceremos hasta que nuestra talle alcance los varios años luz de tamaño y nuestra existencia vital se alargase por milenios. Quizás descubriésemos que la tierra forma parte de un billar cósmico cuyas troneras son los agujeros negros, que tanto hacen investigar a los astrónomos, y el Big Ban: la moneda que activa el mecanismo para depositar las bolas en tapete.
Podríamos parir ciento de teorías, a cada cual más bella, a cada cual más descabellada, usando unas simples variaciones de escala. Cada cultura o religión que ha existido, o mejor dicho de la cual tenemos constancia, lo ha hecho y nosotros mismos lo seguimos intentando. Un solo ejemplo: los problemas, a algunos los magnificamos de tal manera que ni siquiera el Atlas más poderoso sería capaz de soportar su peso y a otros los pisamos como asquerosas cucarachas.
El truco esta en usar la escala adecuada, ni demasiado grande ni demasiado pequeña, in medium virtus est, siempre y cuando no nos enfrentemos a una circunferencia, donde el principio coincide con el final.

Brausen dedica esta entrada a dos personitas que han decidido cambiar la bella patria castellana por la incierta Albión. Les va a echar de menos y les advierte que en breve estará allí... Les dedica: Bobby Jean de Bruce Springsteen.

miércoles, 2 de abril de 2008

Crítica Músical

Brausen está llamando a diversas agencias de seguridad para pedir tarifa, después de la entrada que acaba de entregarme tiene miedo a la reacción colérica de los fans tras la lectura de su crítica.

Parece que ultimamente esto se esta convirtiendo en un blog musical, centrando cada entrada en las cinco lineas del pentágrama y las siete notas de la escala.
Voy a hablar de tres conciertos a los cuales asistí: Iván Ferreiro (dos seguidos) y Editors.
Por razones sociales y de amistad, como ya bien sabéis alguno de vosotros mi vicio es la amistad, estuve presente en los dos "recitales" que ofreció el vigués y su banda en la madrileña sala de la Riviera; los cuales me parecieron dos de los conciertos más planos e insulsos a los cuales he tenido la desgracia de asistir. Creo que este artista tiene canciones para convertir su directo en algo más que una repetición de peor calidad (en ambos conciertos el sonido fue deficiente, distinguiendo a duras penas la voz de la música) de las versiones que todos conocemos de sus discos. A temas como Turnedo, Días Azules o Canción húmeda, por citar al menos un corte de cada uno de sus trabajos en solitario, se le puede exprimir más de lo que se hizo. Iván ya se ha convertido únicamente en cantante, olvidándose de los teclados y mesa de mezclas, en las guitarras: Amaro Ferreiro y Emilio Saiz estan más obsesionados en hacer poses, por un momento pensé que uno de ellos sufría una descarga eléctrica al ver los espasmos que hacía para arrancar un acorde de la seis cuerdas, y guiños al público que en tener cierta dosis de protagonismo: ni un único solo de guitarra en ambos conciertos.
Para que no se me acuse de negativo y pesimista rescataré una par de notas positivas: 1) Pablo Novoa, músico de larga carrera (desde Golpes Bajos), que hizo de hombre orquesta tocando: batería, teclados, guitarra, (tiene bemoles que tocase él la guitarra en la canción con más protagonismo para la guitarra teniendo en la banda dos especialistas) y bajo en algún momento de la noche. 2) La duración del evento que rozó las dos horas.
Quizás con el rodaje; se notaba que no estaban en su mejor forma, tuvieron que repetir el comienzo de un tema por un error, puedan darle algo de intensidad a sus actuaciones.
En el otro lado, Editors ofrecieron un espectáculo más que digno con momentos de indudable calidad. Tanto el sonido como la iluminación (el uso de los focos en Ferreiro fue más que paupérrimo) fueron excelentes, con la poderosa voz de de Tom Smith resonando en una sala que albergaba un público que se fue entregando según avanzaba el recital.
A destacar las versiones que realizaron de: You are fading, Smokers Outside the Hospital y Fingers in the factories.
Como conclusión y moraleja, esta claro que este señorito que aquí vierte sus personales opiniones volverá a un concierto de los ingleses pero no a uno de los españoles.

Brausen recomienda a los bebedores de vodka que abandonen el Absolut y se pasen a Larios , una marca nueva pero con un tronio innegable. Tengan paciencia, en breve llegará directo a sus minibares: VODKA LARIOS.

jueves, 20 de marzo de 2008

El baile del Chiki Chiki

Brausen adora pasar la semana santa en Madrid, lejos de las aglomeraciones playeras y atascos de plañideras, tan clásicos en estas fechas como las piadosas precesiones.
¡Bendito sea Madrid a medio gas!

A veces me maravillo de los debates que nacen a la sombra de una máquina de café cualquier mañana de un día laborable, tan intrascendentes y apasionantes como adorables y arrebatadores. Se discutía, argumentaba y polemizaba sobre el acierto o desatino de llevar a Eurovisión la canción: "El baile del Chiki Chiki" (no creo que exista nadie que no la conozca ya). Se apuntaba que era una vergüenza que nos representase en tan distinguida cita ese esperpento de canción, ¿qué van a pensar de nosotros los cultos y estirados europeos? Pues imagino que lo mismo que yo cuando vi al representante irlandés: Dustin The Turkey. El amigo Dustin, es un pollo maquinero y vacilon que canta dando unos gritos desaforados y desafinados, acompañado de una dama que parece un armario empotrado envuelto con una sabana plateada, que es como para mear y no echar gota. El montaje es grandilocuente y no se ha escatimado en medios. El pollo (pavo si atendemos a su sobrenombre) da lo mejor de si mismo en cada nota, a mi me recuerda a aquella heroica interpretación de Lidia a principios de los noventa. En este enlace podéis ver como el marchoso de Dustin arrasó al resto de competidores en la gala previa irlandesa: http://www.soypelopo82.blogspot.com/2008/02/eurovision-2008-representando-irlanda.html
Me han comentado fuentes fidedignas, las cuales no puedo revelar, que otros países están preparando afiladas armas musicales para tratar de competir contra nuestro patrio Chiqui Chiqui y el desvergonzado pollo irlandés. Yo estoy deseando contemplar tal batalla, ya se ha reservado esa fecha en mi calendario y en el de mis amigos para verlo todos juntos en comunión y esperanza.
Está claro que de mandar algo "serio" hubiese fracasado, a parte de que hubiera quedado marcado toda su carrera por participar en semejante evento. Eurovisión se ha convertido en el festival de la canción cachonda (algo así como el reverso tenebroso de la canción protesta) y me parece una gran idea, deberían organizar fiestas y conciertos en la nación vencedora para que cada país y sus habitantes se movilizasen en busca de recursos cada vez más humorísticos.
De nuevo el pueblo, la masa anónima, ha vuelto a demostrar su sabiduría, al acabar la segunda guerra mundial Inglaterra quito del poder a Churchill para dar paso a los laboristas, en España en la transición se eligió a UCD y ahora mandamos al Chikilicuatre. ¡Una nueva victoria de la democracia!

Brausen va a recomendar algo de música "seria", que a su vez le fue recomendada a él a través de Last FM, un usuario vio que escuchaba mucho a Springsteen y algo a un grupo que se llama Porstatic y me recomendo esta versión de los últimos sobre el primero: http://www.scheduletwo.com/video/portastatic/bobby_jean. Amo la acustica combinada con violín y a los usuarios anónimos que recomiendan buena música.

lunes, 10 de marzo de 2008

¿Causalidad o casualidad?

Hace una semana Brausen estaba comiendo en una terracita debido al buen tiempo reinante en Madrid y hoy casi se queda como una estatua de hielo cuando salia de trabajar.

En algún comentario me habéis escrito algo acerca de la causalidad, sobre si todo esta íntimamente ligado, que nada sucede porque si...
No creo en esa posibilidad, pienso que todas esas circunstancias nacen del azar, la vieja rueca de la diosa Fortuna que no para de girar, despiadadamente para algunos y generosamente para otros.
Si todo sucediese por alguna razón, si cada hecho estuviese ideado para ser la causa de otro, equivaldría a afirmar que existe un ser superior que conoce nuestros más intimos deseos y que hemos nacido para ser sus marionetas. Este ser mandaría desgracias a nuestros vecinos para provocar nuestras reacción, decidiría quien muere atrevesado por un rayo, quien en un accidente de coche y quien por muerte natural. Sería capaz de incitarnos a hablar con un desconocido porque está escrito que va a ser el amor de nuestra vida o hacernos cruzar de acera mientras atracan a otro por la que íbamos.
Hay que asumir la parte enorme de nuestras vidas que esta fuera de nuestro control y solo depende del azar, es una locura tratar de luchar contra eso. Me acabo de terminar una novela gráfica (comunmente conocido como cómic) llamada Contrato con Dios, escrita por Will Eisner y os la recomiendo a todos. El relato que da título al libro habla de un hombre que pacta con Dios, él va a cumplir todos los preceptos del Talmud (como podéis imaginar es judío) y Dios le va a hacer feliz. Durante un tiempo esto es así, encuentra a una niña abandonada y durante dieciséis años es su motivo para vivir, pero un día su hija se muere repentinamente.
Él rompe su contrato con Dios (hecho y firmado unilateralmente) y vive sin escrúpulos, durante todo este periodo, se hace rico y se casa. Pasado un tiempo, viendo acercarse su muerte, vuelve a pactar con Dios, y en ese mismo instante un infarto le fulmina. Así es la vida, no hay manera alguna de asegurarse de nada, el azar es tan caprichoso que no sigue regla alguna.
No quiero que estas palabras se mal interpreten, no somos polvo llevado por la brisa ni mucho menos, cada cual tiene una parcela en el mundo sobre la cual es el rey y tiene en ella una responsabilidad innegable, sobre todo con sus más cercanos. Simples gestos pueden hacer la existencia de quien nos rodea infinitamente más agradable, siempre os hablo del valor de una sonrisa...
Para despedirme os dejo una cita de Mario Benedetti copiada de su novela: La Borra del Café, sacada de su contexto pierde valor, pero aún así expresa muy bien lo que trato de escribir tan torpemente: "...uno aprende que las cosas no son tan inamovibles, que siempre queda un segmento de decisión del que uno es responsable y de cuyo compromiso no te podés librar tan facilmente. Cuando por fin llegás la conclusión de que el mundo es enorme pero que tu mundo es chiquito, ahí empezás a recuperar el equilibrio, bah, ese poquito de equilibrio que nos tocó en el reparto y que no hay que dilapidar."

Brausen recomienda: British sea power, un grupo que solo por el nombre de su tercer CD merece la pena escuchar: "Do you like rock music?"

lunes, 3 de marzo de 2008

Marah

Ya es primavera en el Corte Ingles y ciertamente, Brausen ha regresado a su hogar paseando por las calles de su ciudad y le sobraba hasta esa chaqueta que tan gallardamente vestía.

El antiguo teatro que es la Joy Eslava, funcionando en la capital madrileña desde 1872, acogió el 27 de Febrero de 2008 a Marah en concierto, banda de rock originaria de Philadelphia y formada básicamente por los hermanos Bielanko.
Yo los había visto hará casi dos años en un festival independiente en Villaverde (parece que mi vida siempre acaba girando sobre un par de ejes geográficos bastante precisos) y quede prendado de su directo. La formación de la banda fue bastante diferente a la que yo vi en su día. Solo se mantenían en ella los hermanos habiendo sido sustituido el resto, lo más llamativo fue el cambio de la tercera guitarra por una teclista (fascinantemente atractiva, todo hay que decirlo) lo que ha ampliado el sonido de la banda y le ha restado algo de agresividad eléctrica.
El concierto fue tremendamente intenso, un espectáculo de rock en toda regla, sudoroso, poderoso e imperioso. Una corriente sonora que se contraía y estiraba a voluntad de los Bielanko, dignos herederos de ese Springsteen eléctrico que tanto me gusta y , en general,tanto se ignora.
Me lo pase realmente bien, es uno de esos días que piensas que merece la pena haber nacido solo por vivir esos momentos. Muchas veces he pensado que sin música no podría subsistir y cada vez estoy más seguro de ello, cada cierto tiempo necesito una dosis de electricidad que me eleve sobre la vulgaridad habitual que conforma el mundo, para seguir enfrentando a la realidad, sabiendo que existe gente capaz de hacer algo tan hermoso y emocionante como un concierto.
¡Viva la música en directo!

Brausen es un poco torpe y no consigue subir un video del concierto en que estuvo, pero me ha dicho que os deje este enlace y en el podréis disfrutar de dos minutillos (de los más divertidos por cierto) del acontecimiento: http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=3641093428537642711

lunes, 18 de febrero de 2008

Intrahistoria

Hacia años que Brausen no jugaba al mus, desde alguna partida aislada en la facultad no practicaba ese noble arte. Con su whisky, y su mirar nervioso se hizo con la mano, ¿La suerte del neonovato? Quizás.

Unamuno nos habló de intrahistoria, él fue el primero en usar esa voz, como algo que esta al margen de los grandes hechos históricos pero que provoca que estos existan. La guerra carlista no se hubiese producido nunca si cientos de requetes (cada cual con su propio yo y su circunstancia) se hubiesen lanzado a luchar por lo que creían justo.
Voy a hablar de unos sucesos que he leído en: "Tres días de Julio" libro escrito por Luis Romero, magnífico relato sobre los tres primeros días de la Guerra Civil Española. No voy a entrar a enjuiciar su significación política (si hubo polémica con mi entrada sobre Antonio Vega, no quiero ni pensar la que se podría armar con un tema así) simplemente me parecen un buena ejemplo para ilustrar la idea que os quiero sugerir.
El 18 de Julio de 1936 Gonzalo Queipo de Llano tomaba, por la fuerza, el mando de la segunda división orgánica, sita en la ciudad de Sevilla y proclamaba el estado de guerra, tal y como estaban haciendo en esas jornadas otros militares en muchas poblaciones españolas.
Su caso es, probablemente, uno de los más llamativos y curiosos entre todos los generales golpistas que participaron en estos acontecimientos. Queipo, fue desterrado durante la dictadura de Primo de Rivera por estar en su contra, participó junto a Ramón Franco (¿os suena el apellido?) en los sucesos de Cuatro Vientos para proclamar la II República, colaboró estrechamente con Azaña en su reforma militar. ¿Cómo es posible que un hombre con ese historial se levantase contra un régimen con el que había colaborado activamente? Para responder a este interrogante hay que echar mano de otra de las esferas que rige el comportamiento de todo ser humano: la personal. Niceto Alcalá-Zamora y él eran consuegros, es decir sus respectivos hijos estaban casados. Al caer Don Niceto como presidente de la república y ocupar el cargo Azaña, se rumorea que Queipo se sintió algo más que molesto, jamás le perdonó y fue un factor decisivo para que entrase en la conspiración militar que se estaba fraguando.
Es innegable que el general tuvo un peso decisivo en conseguir que Sevilla ("la roja" como se la llamaba entonces) cayese en manos rebeldes. Luis Rojas comenta en su libro que un grupo de unos quince legionarios llegaron por aire a Sevilla, Queipo no paraba de amenazar en sus alocuciones radiofónicas con la llegada del Tercio a la capital del Guadalquivir. Ni corto ni perezoso hizo que el pelotón fuese “ampliado” con paisanos y los hizo desfilar a toda velocidad montados en camiones por las calles más céntricas de la ciudad. Su amenaza fue creíble y contribuyó a desmoralizar al proletariado y así dominar la situación contra todo pronóstico.
La fortuna es a veces tan caprichosa… el amor de dos jóvenes pudo decidir la guerra, ya que si no se hubiesen fijado el uno en el otro, sus padres no hubiesen tenido nunca esa relación de amistad y más que posiblemente a Queipo le hubiese dado lo mismo la destitución de Alcalá-Zamora siguiendo fiel a la república, Sevilla no hubiese caído en manos facciosas y quien sabe que más podríamos escribir con un poco de imaginación realizando un ejercicio de “historia ficción”
Es casi hipnótico pensar como un hecho mínimo puede tener repercusiones colosales, amplificar el suspiro de una hormiga al alarido de un titán, eslabones diminutos que se unen como por ensalmo hasta encadenar el mundo entero.

Brausen al final no pudo ir al Bingo el día de los enamorados, tendrá que esperar hasta el año que viene para cumplir este, su sueño. Lo conseguirá no lo dudéis.

lunes, 11 de febrero de 2008

Un poco de moda

Se acerca el día de los enamorados, esa fiesta que destila un tufillo rancio que no se va ni después de cientos de lavados. Brausen la va a celebrar en el bingo, un lugar muy acorde al espíritu de esta celebración, menú barato y ganancia segura, siempre y cuado se cumpla el dicho popular...

Cuando era pequeño había muchas cosas claras, que eran así por necesidad imperiosa e indiscutible. Los lunes se merendaba pan con chocolate y el sábado podía tomar un vaso de coca cola, solo esos días y como excepción a una semana exenta de cacao y cafeína.
Otra de las cosas impepinables era el calzado, a principio de curso mi madre me compraba unos kickers y yo iba todos los días con ellos al colegio. Realmente eran unos zapatos maravillosos porque resistían todo el año, ya jugase al fútbol con ellos, hiciese alpinismo o me liase a piñas con mis compañeros de clase. Había que comprar otros porque me crecía el pie, no porque se rompiensen.
Si llovía, había llovido o cabía la más mínima posibilidad de chubasco aparecían, salvadoras, las botas catiuscas (parece que también se acepta Katiuska). Yo creo que las he tenido de todos los colores y cuanto más llamativos mejor. Si al despertarnos estaba chispeando, la clase parecía un grupo de pequeños poceros, todos con las botas de marras correteando y saltando frenéticos sobre los charcos, ya que al llevar ese impermeable y acorazado calzado teníamos vía libre para ello.
Cuando había clase de gimnasia había que llevar "playeras", yo me las tenía que poner y quitar justo antes de la clase porque decía mi madre que deformaban el pie. Por supuesto eran: Yumas, Paredes o alguna marca similar, toda la clase se quedaba mirando pasmada cuando aparecía algún compañero con unas Adidas o quien sabe si incluso unas Nike traídas de importación de los Estados Unidos de América.
Y para el verano unas bambas, normalmente solían hacer juego con el color de las catiuscas (quizás hubiese algún tipo de oferta dos por uno), y también servían para todo: desde ir a la playa, pasando por misa, hasta ir a ver a algún pariente lejano. Lo que recuerdo con disgusto de ese calzado era el complemento que solía ir asociado a él: esos horribles calcetines blancos, como de agujeritos o encaje, que al llevar pantalones cortos se veían completamente. Tengo grabado en mi memoria la imagen de que al quitármelos se quedaba impreso en la piel de mis pies el horrible dibujito del calcetín como mínimo media hora.
El otro día buscando unas zapatillas por la calle Fuencarral, solo a mí me da por ir a buscar cosas sobrias a la par de elegantes en esa calle, vi que se han puesto de moda tanto las catiuscas, como los kickers, como las bambas. ¡Cuantos recuerdos de niñez me despertaron las bambas!
Por un momento me quedé pensativo: ¿Qué será lo próximo que saldrá del baúl de los recuerdos? ¿Los calcetincitos de encaje blanco? ¿Para ser moderno hay que ir vestido como hace treinta años? ¿Hacía donde va el mundo de la moda? ¿Se resolverá algún día el misterio de las caras de Belmez? Como fui incapaz de responderme a mí mismo, decidí tomarme una cañita para recuperarme de tan largo e infructuoso paseo en busca de elegante calzado.

Brausen recomiendo dos grupos procedentes de la piel de toro que nos cobija: Aeropuerto y Catpeople, los primeros cantan en un correcto castellano y los segundos en un ingles cuanto menos resulton. Una muestra más que existe música en nuestra patria, aunque parezca increíble, más allá de Bisbal y el regueton.

lunes, 4 de febrero de 2008

¿Destino?

Brausen se mesa la barba mientras pone en orden sus notas, la mirada perdida en el cielo amarillento de su cuarto. Medita, entreteniéndose con sus "artificios intelectuales", es como un niño travieso que solo se puede divertir jugando.

Florentino Ariza lo tenía muy claro cuando conoció a Fermina Daza, su destino era enamorarse de esa mujer y amarle toda su vida. ¡Y voto a Dios que lo cumplió!, su amor no ceso jamás; ni por el matrimonio entre Fermina y el prometedor médico Juvenal Urbino, ni por sus propios devaneos con otras mujeres, ni, por lo que es aún más increíble, decayó ante la casi interminable sucesión de días en los cuales no llegó a alcanzar su meta. Cierto es que el ser un personaje de ficción le da cierta ventaja sobre los humanos, la carne suele tener peor memoria que el papel y la tinta, pero es innegable que cumplió al pie de la letra con la misión que se encomendó a si mismo siendo apenas un rapaz, venciendo a más de medio siglo de continua espera. Por si alguien no lo sabe, me extraña ya que mis seguidores aunque escasos son ávidos lectores, Florentino y Fermina son los protagonistas de la gran novela (actualmente adaptada a las pantallas de cine) de García Márquez: El amor en los tiempos del cólera. No es mi objetivo hablar de la obra de Márquez, aunque pensándolo un poco su comparación con Onetti podría ser la mar de fructífera, tan lleno de florida desmedida el uno y tan vacío de apasionamiento el otro, sino del destino tomando como excusa el amor de Florentino. Dicen que hay una voz que habla a algunos los elegidos y les indica un camino, otros argumentan que cada cual ha nacido para algo en concreto en esta vida e incluso, los más osados lanzan la teoría que cada cual debe marcar su camino entre los infinitos posible. Yo no se cual teoría es la verdadera, si es que existe alguna verdad en todo esto, pero he leído algo que me ha hecho reflexionar. Como no ha sido Jung, hasta que no empiece con otro autor creo que el Blog se va a volver monotemático. El bueno de Carl Gustav comenta algo como esto: hay personas que escuchan la llamada o la voz de la providencia, no hace falta ser un héroe para sentir esto pero se suele dar más en grandes "personalidades" (carne de otra entrada sería la definición que da Jung de personalidad), en el resto de la gente sino se da esto, es la voz de la sociedad la que te indica el camino, lo correcto e ideal, cual madre protectora que busca un camino adecuado para sus polluelos. En casos extremos, cuando no existe personalidad, se llena el alma de clichés y "la voz de interior es remplazada entonces por la voz de la sociedad y de sus conveniencias y el destino es sustituido por las necesidades colectivas" (Jung dixit). Todos tenemos este factor social metido dentro, es inevitable y hasta cierto punto beneficioso para el buen funcionamiento del grupo, pero también conocemos a esperpentos sociales, que no se salen lo más mínimo de los estereotipos dominantes en la sociedad de su época. Si Florentino no hubiese hecho caso a ese guía interior que le indicaba que debía amar a Fermina y hubiese hecho lo socialmente correcto, se habría casado con otra mujer, tenidos hijos, amantes, poder... ¿Pero hubiera sido feliz? Incluso, ¿si hubiese seguido enamorado de ella, pero ella nunca le hubiese correspondido, no sería más feliz en su derrota que en una vida común y socialmente bien vista? Quizás esta voz secreta y susurrante solo se manifieste en algunas personas o simplemente la silenciamos haciendo el suficiente ruido para no escucharla, nunca es cómodo separarse de la masa. Esperar un tren cinco minutos no tiene nada de especial, pero aguardarlo cincuenta años no deja de ser hermoso, es una cuestión de fe y la fe es algo que nunca dejaré de admirar y envidiar.

Brausen recomienda el próximo concierto de Marah: 27 de Febrero en Madrid, Brausen y un grupo de jóvenes (y no tan jóvenes) rockeros irredentos estarán allí presentes. Si os animáis a ir distinguiréis al maestro porque estará con una copa de Jim Beam en la mano, no dejéis de saludarle, aunque tímido agradece el reconocimiento a su obra.

lunes, 21 de enero de 2008

Secundarios

Brausen se ha hecho de rogar con la primera entrada del 2008, es un año que no le da muy buena espina, lo afronta receloso, el sabe que es una estupidez pero no lo puede evitar.

He estado meditando en cambiarle el nombre a este nuestro Blog, abandonar a Brausen y adoptar una nueva personalidad literaria descubierta no hace mucho, os hablaré de ella.
El primer libro que me he terminado este año ha sido: "Sobre heroes y tumbas" de Ernesto Sabato y en él aparece Bruno. Es un secundario, un adorable secundario, posiblemente si me acuerdo de esta obra en el futuro será por él y no por el resto de personajes (no quiero decir con esto que sea un mal libro, no me vaya a pasar como con la entrada sobre Antonio Vega).
No es vital para el argumento ya que él la vive como espectador, pero gracias a su intervención se entiende mejor la trama. Es un ser sensible, lector fino, y amante de ciertos virtuosismos intelectuales que no conducen a nada, juegos de la mente con los que se entretiene. En cierto momento, confiesa que ha tratado cientos de veces de escribir alguna obra "mayor" pero nunca ha sido capaz de pasar de los pequeños relatos que confecciona, le falta constancia.
Creo que Bruno es mucho más yo que Brausen, este último es un canalla, que vive de las mujeres, envuelto en negocios sucios. Un cínico e irónico personaje que crea a su alrededor un universo (quizás esta fuese la razón por la que le elegí) tan literario como real. En otras obras de Onetti se refieren a él como al Dios creador Brausen.
Esta claro que yo soy más un secundario, un ser que observa más que actúa, incapaz de ese papel de protagonista que muchas veces asumen personas sin nada que decir pero un don innato para ello.
Al final, aunque soy más Bruno que Brausen, he decidido no cambiar nada del Blog, ya que los contratos con los patrocinadores me tienen atados de pies y manos durante dos años.

Brausen recomienda una canción de The Twang: Wide Awake (mejor en su versión acústica) tiene un verso que describe mucho como se siente ultimamente: "I ´don´t wanna face the world, but I know that I should"