viernes, 27 de julio de 2012

We are Augustines - Headlong into the Abyss

Ya he comentado alguna vez lo agradable que es navegar usando Spotify y encontrarse, por casualidad, con un grupo que acelera tu ritmo cardiaco. Eso es lo que me pasó con We are Augustines, grupo procedente de Nueva York. Tienen un trabajo en el mercado llamado: Rise Ye Sunken Ships de ahí he extraido: Headlong into the Abyss, la traducción de la letra es mía.

We are Augustines - Headlong into the Abyss

We were headlong into the abyss
In a four door sedan
And a kid that always stuttered
We stole it, for the feeling, of stealing
And drove it, like our days had been stolen

Follow me down
Follow me down
Follow me down

We'll raise our glass
To borrowed cash
To borrowed cash

Our wheels touched the highway
We traveled on down
From the valley that raised us up to shrink down
And gave us the drive
To keep driving from dreary and dread
To make bets we could not afford to

Follow me down
Follow me down

We'll raise our glass
To borrowed cash
To borrowed cash

C'mon, c'mon, c'mon to borrowed cash
Well call the police, go ahead call your shrink
Call whoever you want but I won't stop the car
Well call the police, go ahead call your priest

Call whoever you want, call in the National Guard!
Well call the police, go ahead call your shrink
Call whoever you want, call in the National Guard!
Well call the police, go ahead call your priest
Call whoever you want

Well call the police, go ahead call your shrink
Call whoever you want but I won't stop the car
Well call the police, go ahead call your priest
Call whoever you want, call in the National Guard!

Well call the police, go ahead call your shrink
Call whoever you want, call in the National Guard!
Well call the police, go ahead call your priest
Call whoever you want

I ain't gonna wait around for some pill to kick in
I ain't gonna wait around for some pill to kick in
Im gonna wait around,
gonna wait around
for a pill to kick in.

We are Augustines - Precipitandonos en el abismo

Nos estamos precipitando en el abismo
En un coche de cuatro puertas
Con un chico que siempre tartamudea.
Lo robamos, por saber que se sentía, robando
Y lo conducimos, como si nos hubiesen quitado nuestro tiempo

Sígueme
Sígueme
Sígueme

Alzaremos nuestras copas
Por el dinero prestado
Por el dinero prestado

Nuestras ruedas tocan la autopista
Viajamos en ella
Desde el valle en que crecimos hasta hundirnos
En este viaje
Seguimos conduciendo desde la depresión y terror
Para hacer apuestas que no podemos respaldar

Sígueme
Sígueme

Alzaremos nuestras copas
Por el dinero prestado
Por el dinero prestado

Vamos, vamos, vamos dinero prestado

Llama a la policía, adelante llama a tu psiquiatra
Llama a quien queras, pero no voy a detener el coche
Llama a la policia, adelante llama al cura
Llama a quien quieras, llama a la Guardia Nacional

Llama a la policía, adelante llama a tu psiquiatra
Llama a quien queras, pero no voy a detener el coche
Llama a la policia, adelante llama al cura
Llama a quien quieras


Llama a la policía, adelante llama a tu psiquiatra
Llama a quien queras, pero no voy a detener el coche
Llama a la policia, adelante llama al cura
Llama a quien quieras, llama a la Guardia Nacional



Llama a la policía, adelante llama a tu psiquiatra
Llama a quien queras, pero no voy a detener el coche
Llama a la policia, adelante llama al cura
Llama a quien quieras

No voy a estar esperando a una pastilla que nos mate
No voy a estar esperando a una pastilla que nos mate
Esperare a
Esperare a
Una pastilla que nos mate





viernes, 20 de julio de 2012

De en medio del tiempo - Josep Fontana

Hay épocas fascinantes en la historia de España, menos conocidas que la tan omnipresente Guerra Civil, pero tan aleccionante y terribles como ella. El libro que tengo delante mío y sobre el que voy a escribir trata del periodo, que tradicionalmente se ha conocido como la Década Ominosa, que corresponde al lapso de tiempo comprendido entre 1823 y 1834. Josep Fontana busca las claves que forjaron el destino de España durante esa época.

El nombre del libro nos da un increiblemente exacto resumen de una de las ideologias políticas que marcarón esos años: De en medio del tiempo, una parte de la población española y de sus dirigentes, sobre todo los que rondaban al hermano del rey: Carlos María Isidro pretendían sacar a España "De en medio del tiempo", convertir a le península en una isla donde las corrientes de modernidad fuesen ignoradas, censurada cualquier idea que llegase del exterior y consagrar toda la vida nacional a la iglesia y al absolutismo. Cualquier cambio era malo por definición. Esta tendencia era muy poderosa ya que contaba con el apoyo del pueblo llano, del clero y parte de la aristocracia.

En el otro lado estaban los liberales, que mayoritariamente eran burgueses y terratenientes, que deseaban obtener algún tipo de constitución o carta otorgada, con la cual poder participar en la vida política de su tiempo. Entre estas dos tendencias, se movía el rey Fernando VII, acusado por unos de tibio en su manera de gobernar y por los otros de retrogrado, se planeaban algaradas para tomar el poder desde ambos extremos.

Todo esto aderezado por un rey, Fernando VII, astuto, taimado, cobarde, que perjuraba de lo prometido anteriormente, del que nadie o casi nadie sabía a que atenerse. Un ejercito de ocupación mandado por la Santa Alianza para reponer al rey absoluto. Una pléyade de guerrileros que se hicieron un nombre en la guerra de la Independencia y se acercaban al partido que estuviese dispuesto a reconocerles una carrera en el ejercito y para rematar, una situación de la hacienda pública que hace recordar a la actual.

Josep Fontana hace que el libro sea ameno, hay algunas escenas folletinescas como el caso del guerrillero Apostólico que afirmaba que las balas no podían herirle y hacía una demostración de ello a sus seguidores. O los increíbles sucesos de la Granja, donde los seguidores del infante Carlos V daban por hecho el fin de su hermano y le hicieron firmar en su lecho de muerte la anulación de la Prágmatica Sanción. Pero, por supuesto no se queda en la superficie, analiza como los Apostólicos y ultramontanos se aprovecharón del miedo de una posible "revolución liberal" para forzar al rey al seguir el camino que ellos querían, no tenían miedo en falsificar pruebas para hacerla más pausible y hacer saltar en la mente de Fernando VII el recuerdo del Trienio Liberal (1820-23).

Desgraciadamente, esta apelación al miedo no es algo único de este periodo, se ha repetido tantas veces en la historia, y ¿ahora también lo estamos sufriendo?

Muy recomendable.





miércoles, 4 de julio de 2012

Paul Krugman - ¡Acabad ya con esta crisis!

El título elegido para la obra es como una bofetada,  una provocación, un intento para hacerte despertar del miedo a la crisis, ese monstruo feroz que no para de cobrarse víctimas recortadas con sus furibundas tijeras.

Paul Krugman es un autor de reconocido prestigio en el mundo de la economía, nada más y nada menos que un premio Nobel, a pesar de ello, la lectura de su obra es fácil para cualquier persona que tenga un poco de curiosidad en el tema.

La tesis principal de Krugman se puede resumir como la respuesta a esta pregunta: ¿Cómo podemos salir de esta crisis? El autor mira atrás para ver si la humanidad ha estado una situación similar, y sin  mucho esfuerzo encuentra: La Gran Depresión de 1929, muy similar en muchas de sus causas y síntomas a la actual.

¿Qué se hizo entonces para estimular la economía? Gastar más, así de simple. Hoover, presidente de EEUU al producirse el crack, aplicó una política restrictiva de austeridad que no hizo sino agravar las consecuencias de la crisis, fue Roosvelt, al ganar las elecciones de 1932 quien empezó una politca expansiva del gasto estatal: obras públicas, subsidios al desempleo, incrementos de inversiones que dieron como resultado un mejor nivel de vida de la clase obrera y con ello un aumento de la demanda. Gracias a estas medidas la sangría de la crisis se cortó, pero como dice Krugman, no sería hasta que la amenaza de militar japonesa /alemana se cruzó en el horizonte americano, cuando el gasto público (militar) creció tanto, que la economía americana volvió a marchar a toda máquina.

Krugman, nos relata en el libro el camino que se ha seguido para llegar a esta situación, lo peligroso de la desregulación en sectores tan importantes en la economía como el bancario y como la opinión pública (lo que quiera decir ese eufemismo) ha cambiado el centro de gravedad de la  depresión desde los parados al deficit. Quizás este sea el punto clave y terriblemente humano de la recesión que nos rodea, en un primer momento, cuando Obama llega a la Casa Blanca, sacar del paro a cuanto más personas mejor era lo fundamental y el déficit creciente una consecuencia con la que se podía vivir, pero desde que el pensamiento liberal, inexplicablemente, ha vuelto a tomar la batuta directora de las decisiones economicas, reducir los números rojos es la prioridad y las listas de desempleados, un simple efecto colateral.

Para acabar citaré a Krugman: "La verdad, en efecto, es que tenemos tanto el saber como las herramientas precisas para salir de esta depresión (...). Lo que bloquea esta recuperación es solamente la falta de lucidez intelectual y de voluntad política. Y es tarea de todo aquel con capacidad de influencia - desde los economistas profesionales a los políticos o los ciudadanos inquietos- hacer cuanto esté en sus manos para remediar esta carencia. Podemos acabar con esta depresión; y tenemos que luchar por las medidas que lo conseguirán, luchar por ellas desde este mismísimo momento".