martes, 17 de septiembre de 2013

Aire de Dylan - Enrique Vila-Matas

Entrelazando libros que hablan de metaliteratura, siguiendo estelas que marcan unos autores sobre otros, comparando mi leve experiencia como escritor con la suya, disfrutando de Aire de Dylan escrito por Enrique Vila-Matas.

Hamlet contamina el Aire de Dylan, la sombra del padre sobre el hijo, el progenitor es un escritor de culto que muere de manera repentina y que ocultaba la figura de su descendiente Vilnius, de gran parecido con el cantante norteamericano, y traumatizado por las diversas caras del narrador. La obra es contada por un testigo que conoce a Vilnius en un congreso sobre el fracaso, y se siente inmediatamente atraído por el personaje.

A través de la frase motor "Cuando oscurece, todos necesitamos a alguien", que aparece en el único corto de Vilnius, y su búsqueda por encontrar al verdadero autor de la misma, Little Dylan ira descubriendo aspectos opacos de su padre, como que tenía una amante, y se ira forjando una idea más precisa de que espacio ocupan los dos, en qué lado del tablero de ajedrez se encuentra cada uno: Lancastre, patriarca de mil caras, postmoderno, trabajador y alcohólico contra el joven Vilnius, indolente, infraleve, auténtico e imitador del holgazán de la literatura rusa: Oblomov

Desde diferentes puntos de vista, un testigo que representa al escritor que ha decidido dejar de escribir, y se involucra en esta trama impregnada de tragedia, un hijo que es contraposición a su padre, una madre malvada que odia a ambos, crece una obra que bebe un poco de muchas fuentes: Shakespeare, F. Scott Fitzgerald y Goncharov entre otros. Posiblemente sea una contraposición de dos maneras de hacer literatura: aquella donde el escritor repetía una y otra vez el mismo tema en diversos libros, y esta otra donde muchos temas son abordados en una sola obra.

Posiblemente esta manera en la que Vila-Matas encara la obra, sea más cercana a la vida, donde todo se cruza y se fusiona, donde en una tarde puedes pasar de estar bebiendo una copa y criticando banalidades a buscar el sentido de la vida en el fondo del segundo vaso de vidrio que seca tu garganta. 

Todos deberíamos hacer como Vilnius y Debora, examante de Lancastre y heredada pareja de su hijo, y ponernos como única actividad al día, el conseguir crear una idea, solo una, aunque no la llevemos a la práctica. He de confesar que yo paso hasta semanas completas sin conseguir parir una idea, es un buen ejercicio el que recomienda el escritor  barcelonés, aunque sólo fuese por eso, la novela tiene mucho más en su interior, ya merecería la pena su lectura.



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