Tres personajes, un triángulo escaleno con los
ángulos muy desiguales entre sí: un aristócrata, un púber y una madre, los
lados se mueven de una manera sutil y natural hasta que dejan en el centro al
niño, protagonista absoluto de este libro de Stefan Zweig.
El barón buscaba una presa con la que poder
ejercitar sus dotes de seducción, sus cálculos fríos y metódicos incluían en su
ecuación al hijo de su objetivo, a través de él podría acercarse a ella sin
hacer esfuerzos, de una manera tan natural como perversa. Ella, estaba en ese
momento en que "una mujer tiene entonces que decidir entre vivir su
propio destino o el de sus hijos, entre comportarse como una mujer o una
madre". La X de esa ecuación, que plantea el Barón, el niño que se
emociona ante la amistad de tan distinguido personaje, que rivaliza con su
madre por su atención, sin darse cuenta que no es más que un instrumento, un
peldaño de una escalera que usa el aristócrata para recoger un fruto del Árbol
de la Ciencia
Perdido la inocencia, vislumbrada la realidad, "ahora
sabía que los adultos mentían, que recurrían a excusas mezquinas, descaradas, a
mentiras que se escurrían por entre los hilos de la estrecha maraña", deja
de ser un cándido y empieza a ser un adulto, aprende deprisa, ve "que
él que hacía una hora se creía que lo sabía todo, había pasado por miles de
secretos y cuestiones sin prestarles ninguna atención." Reflexionando,
asesina a su propia niñez, con sus pensamientos afilados degüella lo que
quedaba de puro en su vida, "y le pareció como si allí, donde las
montañas se deshacían lentamente en el cielo brumoso, yaciera su propia
niñez".
En un final magistral, Edgar, el niño se
convierte de golpe en adulto, se da cuenta que ha pasado una época de su vida
que es imposible de recuperar, pero que delante de sus pies existe un mundo
lleno de caminos que él tiene la posibilidad de recorrer, "por primera
vez había barruntado la enorme diversidad de la vida. Por primera vez creyó
haber entendido la naturaleza humana, que las personas se necesitaban unas a
otras, aun cuando les pareciera que eran enemigos, y que es muy dulce ser
querido por los demás."
Una novela sobre el aprendizaje totalmente inusual,
donde el paso de niño a no niño (algunos nunca nos haremos hombre y/o adultos)
está perfectamente descrito y analizado.