martes, 15 de abril de 2008

Escalas

Brausen no para de asombrarse de como pasa el tiempo, seis meses ya de su nueva "aventura profesional", esta celeridad no deja de asustarle.

El truco esta en usar la escala adecuada, ni demasiado grande ni demasiado pequeña, in medium virtus est, siempre y cuando no nos enfrentemos a una circunferencia, donde el principio coincide con el final.
El otro día escuchando una canción, me choco el siguiente versito "...el niño mata hormigas simplemente por diversión...", me hizo acordarme de cuando yo hacia eso mismo, viendo como reaccionaban los pequeños insectos a mis caprichosos ataques. Como un Dios ebrio de su poder que se divertía haciendo sufrir a sus fieles.
Usemos una escala distinta y ,como si fuésemos maquetas, reduzcamonos al tamaño de una hormiga. ¿Cómo vera una hormiga el chorro de agua que sale de la pistola del niño? Su poder destructivo será enorme y si por un casual entra en el hormiguero, lo anegara totalmente. Si estos insectillos tan salados pensasen (y ¿quien puede asegurar que no lo hagan?) posiblemente elaborarían una teoría para explicarlo, crearían algún tipo de ser divino malvado que les ataca si no le adoran convenientemente, para explicar porque se pasaban largas temporadas en paz y de repente eran aplastadas sin sentido.
Juguemos ahora a la inversa, creceremos hasta que nuestra talle alcance los varios años luz de tamaño y nuestra existencia vital se alargase por milenios. Quizás descubriésemos que la tierra forma parte de un billar cósmico cuyas troneras son los agujeros negros, que tanto hacen investigar a los astrónomos, y el Big Ban: la moneda que activa el mecanismo para depositar las bolas en tapete.
Podríamos parir ciento de teorías, a cada cual más bella, a cada cual más descabellada, usando unas simples variaciones de escala. Cada cultura o religión que ha existido, o mejor dicho de la cual tenemos constancia, lo ha hecho y nosotros mismos lo seguimos intentando. Un solo ejemplo: los problemas, a algunos los magnificamos de tal manera que ni siquiera el Atlas más poderoso sería capaz de soportar su peso y a otros los pisamos como asquerosas cucarachas.
El truco esta en usar la escala adecuada, ni demasiado grande ni demasiado pequeña, in medium virtus est, siempre y cuando no nos enfrentemos a una circunferencia, donde el principio coincide con el final.

Brausen dedica esta entrada a dos personitas que han decidido cambiar la bella patria castellana por la incierta Albión. Les va a echar de menos y les advierte que en breve estará allí... Les dedica: Bobby Jean de Bruce Springsteen.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sueño que despierto pequeño como una hormiga

anonima dijo...

actualiza majete para que pueda ponerte frasecitas de Houellebecq de esas que te gustan

[¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts...

Pero ella no estaría ahora en el puente.]

anonima dijo...

Rayuela, Julio Cortazar, para variar...

La última vez que estuve en Paris compramos unos bocadillos para cenar en St Germain y nos los comimos en el Pont des Arts