Este jueves tuve el placer de asistir a la representación de: El alcalde de Zalamea, que como todos sabéis nació de la pluma de Calderón de la Barca. El lugar fue el Teatro Pavón de Madrid, la versión y dirección se deben a la mano de Eduardo Vasco.
Puede parecer sorprendente comprobar como obras escritas en el siglo XVII, siguen teniendo una vigencia absoluta en nuestro mundo contemporáneo, pero en el caso de obras maestras, y aquí estamos hablando sobre una, no lo es. Esa es la razón por la que se siguen representando, por la que el público la aplaude cerradamente durante más de cinco minutos o por la que actores y actrices de gran nivel disputan por interpretarlas.
Calderón habla en su obra de la igualdad, de clases: villanos y nobles, de género: hombres y mujeres. Sobre estos dos ejes la acción va creciendo, sin olvidar nunca al humor que se hace presente en varios momentos del argumento, y de, manera más llamativa en estos dos personajes: Don Mendo y Nuño.
Ambos temas siguen demasiado vivos en nuestro siglo XXI, cuatrocientos años no han servido para limar diferencias en las cuestiones de género, no hace falta más que abrir cualquier periódico para darse cuenta de ello, ni entre nobles y villanos, los términos han cambiado pero los desniveles entre clases siguen siendo más que evidentes.
Mención especial se merece el personaje de Pedro Crespo, magníficamente interpretado por Joaquin Notario, es la voz de la sensatez, el sentido común y la inteligencia. No entiende de noblezas o machadas, sólo de hombres y mujeres felices y coherentes.
Valga este post para que alguien vaya a ver esta magnífica obra. En el Pavón hasta el 19 de Diciembre y posteriormente de gira por toda España.
1 comentario:
Absolutamente recomendable en mi opinión también. Qué representación tan buena.
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