Vuelvo a hablar de un libro sobre el siglo XIX español, origen, causa y posible vivero de soluciones de muchos de los problemas que nos acucian actualmente.
El siglo XIX fue el momento en el que muchas economías comenzarón su camino hacia la modernidad, cierto es que antes de las guerras Napoleónicas, sociedades como la inglesa ya habían creado un abono sobre el cual fue muy fácil sembrar la semilla de la industralicación, pero sería a partir de 1830 cuando Europa empezó a producir para vender y no para sobrevivir, de manera más generalizada
Jordi Nadal aborda la complicada tarea de tratar de dar una explicación al retraso que sufrió el proceso industrializador en España, para ello analiza varios temas clave: la desamortización del suelo y subsuelo, los ferrocariles y las industrias siderúrgica y algodonera. El autor aporta una gran cantidad de estadísticas para demostrar y apoyar sus tesis, bebe de referentes clásicos como los economistas Gabriel Tortella y Sánchez Albornoz
Aunque Jordi Nadal se queda casi siempre en el lado estrictamente económico de la cuestión, en más de una ocasión no le queda más remedio que adrentarse en el terreno de la política, prima hermana y muchas veces amante adultera de la economía. ¿Por qué se hicieron así las desamortizaciones? La necesidad de numerario y de apoyo político de las élites nos dan la respuesta. Había una guerra civil que financiar y ganar, por lo tanto, las tierras que perdió la Iglesia, claramente decantada a favor del pretendiente Carlos María Isidro, se vendierón al mejor postor: la burguesía. De esta manera, el naciente régimen liberal consiguió un grupo social que le debía sus tierras recien adquiridas, pero se perdió la oportunidad de crear una serie de propietarios medianos y pequeños que supusiesen un mercado para la incipiente industria algodonera catalana. En España se dió la paradoja de que el pueblo estaba con los conservadores (Carlistas) y la burguesía con los "progresistas" (Cristinos).
Los grupos de interes algodoneros presionaban buscando aranceles que protegiesen sus inversiones, el Duque de Riansares aprovechaba sus influencias (era el marido de la regente María Cristina de Borbón) para hacer negocio con los ferrocariles, provocando que algunas de las líneas perdiesen un sentido económico para cobrar uno especulativo y la industria siderúrgica clamaba en contra del decreto que permitía importar los railes y las locomotoras a las empresas extranjeras de ferrocaril sin aranceles.
España había comenzado su industrialización relativamente pronto (1831-1840), con países como: Bélgica pero "Durante la segunda mitad, y más especialmente durante el último tercio de la centuria pasada, el país vio frustradas sus esperanza de alienarse entre las potencias de primera fila. En términos relativos, un verdadero retroceso". ¿Las causas? Nadal nos deja entrever unas cuantas, y lo bueno de este libro, si se tienen leves conocimientos de Economía, es que el propio lector puede dar los pasos, políticos en muchos casos, que el autor no ha querido tomar.
lunes, 24 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
¡Absalón, Absalón! - William Faulkner
William Faulkner es uno de los grandes, recibió el premio Nobel de literatura en 1949 y su influjo en escritores posteriores tan relevantes como Javier Marías, Juan Carlos Onetti o Carlos Fuentes es indudable.
Tratar de analizar una obra como ¡Absalón, Absalón! es una tarea para unos hombros muchos más anchos que los míos, sólo intentaré comentar los sentimientos que despertó en mí y algunos aspectos formales que la hacen única.
¡Absalón, Absalón! es la historia de un sueño, del "designio", como lo denomina Faulkner, de Thomas Sutpen. La vida completa del "designio" y de su impulsor es tratada en libro, desde su gestación y causas, hasta su desenlace y consecuencias. Sutpen vive en el sur de los Estados Unidos de América y su existencia comienza a principio del siglo XIX y acaba cuatro años después del fin de la guerra de Secesión.
No hace falta tener muchas nociones de historia americana para saber que se trata de un periodo convulso, cuando el modo de vida del sur se iba acercando a su fin y en una lucha tan digna como agónica contra el norte acaba siendo devastado.
La historia de Stupen está llena de determinación, valor y falta de escrúpulos, pero lo que hace grande a este libro no es tanto su tortuosa trama sino la forma de contarla. Stupen nunca nos habla directamente a los lectores, como mucho es evocado por Quentin Compson, nieto de uno de los pocos amigos que tuvo Stupen en Jefferson. Será Quentin el principal narrador,(sin olvidar que Rosa Coldfield y Sherevlin McCannon también tomaran la palabra) hilador y montador de la obra, ya que a él y por tanto a nosotros nos llegan solamente retazos, conversaciones con su padre, con la señorita Rosa Coldfield e incluso en algunas de las escenas finales, él es testigo de primera mano, pero incluso en estos casos, la escena no es contada directamente al lector, sino que Quentin nos hace participe de ellas en sus charlas con su compañero de universidad Shreve. Es el abandono absoluto del narrador omnisciente.
Faulkner nos irá adelantando hechos que después explicará de manera profusa en las siguientes páginas, provocando incertidumbre en el lector, que sabe que acontecimientos que son rozados como por casualidad en un punto del relato pueden convertirse en claves poco después y que pueden variar, ya que los narradores pueden tener diferentes puntos de vista sobre el mismo asunto.
Como lector de semejante rompecabezas, formado por: los diferentes narradores, retrocesos y avances en el tiempo de la narración, estilo recargado y ampuloso, espacio físico imaginario, sentí momentos de pasión y de odio (¿No son sinónimos?) siendo predominantes los primeros. Faulkner te hace darte cuenta de lo bella que puede a llegar a ser una novela y lo cercana que puede estar a la vida real. ¿Cómo una obra basada en el Estados Unidos de hace un siglo y medio puede ser cercana a un español del siglo XXI? Por la humanidad de sus personajes, la fuerza de la pasión de Stupen, la dignidad de Goodhoue Coldfied, el odio de Rosa Coldfield. Y es aquí dónde nace la repulsa que sentí en ciertos momentos, ya que esos protagonistas tan agonizantes son capaces de ser racistas, olvidar cualquier clase de escrupulo y anteponer la dignidad a la razón.
No puedo hacer otra cosa que recomendar ¡Absalón, Absalón!, Faulkner es imprescindible.
Tratar de analizar una obra como ¡Absalón, Absalón! es una tarea para unos hombros muchos más anchos que los míos, sólo intentaré comentar los sentimientos que despertó en mí y algunos aspectos formales que la hacen única.
¡Absalón, Absalón! es la historia de un sueño, del "designio", como lo denomina Faulkner, de Thomas Sutpen. La vida completa del "designio" y de su impulsor es tratada en libro, desde su gestación y causas, hasta su desenlace y consecuencias. Sutpen vive en el sur de los Estados Unidos de América y su existencia comienza a principio del siglo XIX y acaba cuatro años después del fin de la guerra de Secesión.
No hace falta tener muchas nociones de historia americana para saber que se trata de un periodo convulso, cuando el modo de vida del sur se iba acercando a su fin y en una lucha tan digna como agónica contra el norte acaba siendo devastado.
La historia de Stupen está llena de determinación, valor y falta de escrúpulos, pero lo que hace grande a este libro no es tanto su tortuosa trama sino la forma de contarla. Stupen nunca nos habla directamente a los lectores, como mucho es evocado por Quentin Compson, nieto de uno de los pocos amigos que tuvo Stupen en Jefferson. Será Quentin el principal narrador,(sin olvidar que Rosa Coldfield y Sherevlin McCannon también tomaran la palabra) hilador y montador de la obra, ya que a él y por tanto a nosotros nos llegan solamente retazos, conversaciones con su padre, con la señorita Rosa Coldfield e incluso en algunas de las escenas finales, él es testigo de primera mano, pero incluso en estos casos, la escena no es contada directamente al lector, sino que Quentin nos hace participe de ellas en sus charlas con su compañero de universidad Shreve. Es el abandono absoluto del narrador omnisciente.
Faulkner nos irá adelantando hechos que después explicará de manera profusa en las siguientes páginas, provocando incertidumbre en el lector, que sabe que acontecimientos que son rozados como por casualidad en un punto del relato pueden convertirse en claves poco después y que pueden variar, ya que los narradores pueden tener diferentes puntos de vista sobre el mismo asunto.
Como lector de semejante rompecabezas, formado por: los diferentes narradores, retrocesos y avances en el tiempo de la narración, estilo recargado y ampuloso, espacio físico imaginario, sentí momentos de pasión y de odio (¿No son sinónimos?) siendo predominantes los primeros. Faulkner te hace darte cuenta de lo bella que puede a llegar a ser una novela y lo cercana que puede estar a la vida real. ¿Cómo una obra basada en el Estados Unidos de hace un siglo y medio puede ser cercana a un español del siglo XXI? Por la humanidad de sus personajes, la fuerza de la pasión de Stupen, la dignidad de Goodhoue Coldfied, el odio de Rosa Coldfield. Y es aquí dónde nace la repulsa que sentí en ciertos momentos, ya que esos protagonistas tan agonizantes son capaces de ser racistas, olvidar cualquier clase de escrupulo y anteponer la dignidad a la razón.
No puedo hacer otra cosa que recomendar ¡Absalón, Absalón!, Faulkner es imprescindible.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
Regina Spektor - All The Rowboats
La voz de Regina Spektor, es una de mis favoritas, tiene una capacidad increíble para conmover, se entrelaza maravillosamente con las notas que obtiene de su piano.
Nacida en Moscú en 1980, lleva viviendo en Estados Unidos desde que tenía nueve años y sacando discos desde el 2003. Su última obra se llama: What we saw from the cheap seats y es del 2012.
La canción que he seleccionado es: All The Rowboats y me encanta, espero que os guste. La traducción es mía:
Regina Spektor - All The Rowboats
All the rowboats in the paintings
They keep trying to row away
And the captains' worried faces
Stay contorted and staring at the waves
They'll keep hanging in their gold frames
For forever, forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
Hear them whispering French and German
Dutch, Italian, and Latin
When no one's looking I fetch a sculpture
Marble, gold, and soft as satin
But the most special are the most lonely
God, I pity the violins
In glass coffins they keep coughing
They've forgotten, forgotten how to sing, how to sing
First there's lights out, then there's lock up
Masterpieces serving maximum sentences
It's their own fault for being timeless
There's a price you pay and a consequence
All the galleries, the museums
Here's your ticket, welcome to the tombs
They're just public mausoleums
The living dead fill every room
But the most special are the most lonely
God, I pity the violins
In glass coffins they keep coughing
They've forgotten, forgotten how to sing
They will stay there in their gold frames
For forever, forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
First there's lights out, then there's lock up
Masterpieces serving maximum sentences
It's their own fault for being timeless
There's a price you pay and a consequence
All the galleries, the museums
They will stay there forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
Regina Spektor - Todos los botes de remos
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Y los capitanes, con caras preocupadas
Se mantienen contritos y mirando fijamente a las olas
Seguirán colgados en sus marcos de oro
Para siempre, para siempre y un día
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Escuchales como susurran en alemán y francés
Holandés, italiano y latín
Cuando nadie mira traigo una escultura
Mármol, oro, tan suave como el satén
Pero los más especiales son las más solitarias
Dios, compadezco a los violines
En féretros de cristal siguen tosiendo
Han olvidado, olvidado como cantar, como cantar
Primero apagan las luces, luego cierran
Las obras maestras proporcionan máximas
Es su pécado al ser inmortarles
Hay un precio que tienes que pagar, una consequencia
Todas las galerias, todos los museos
Aquí está su entrada, bienvenido al cementerio
Son sólo mausoleos públicos
Los muertos vivientes llenan las salas
Pero los más especiales son las más solitarias
Dios, compadezco a los violines
En féretros de cristal siguen tosiendo
Han olvidado, olvidado como cantar, como cantar
Estarán allí en sus marcos de oro
Para siempre, para siempre y un día
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Primero apagan las luces, luego cierran
Las obras maestras proporcionan máximas
Es su pécado al ser inmortarles
Hay un precio que tienes que pagar, una consequencia
Todas las galerias, todos los museos
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Nacida en Moscú en 1980, lleva viviendo en Estados Unidos desde que tenía nueve años y sacando discos desde el 2003. Su última obra se llama: What we saw from the cheap seats y es del 2012.
La canción que he seleccionado es: All The Rowboats y me encanta, espero que os guste. La traducción es mía:
Regina Spektor - All The Rowboats
All the rowboats in the paintings
They keep trying to row away
And the captains' worried faces
Stay contorted and staring at the waves
They'll keep hanging in their gold frames
For forever, forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
Hear them whispering French and German
Dutch, Italian, and Latin
When no one's looking I fetch a sculpture
Marble, gold, and soft as satin
But the most special are the most lonely
God, I pity the violins
In glass coffins they keep coughing
They've forgotten, forgotten how to sing, how to sing
First there's lights out, then there's lock up
Masterpieces serving maximum sentences
It's their own fault for being timeless
There's a price you pay and a consequence
All the galleries, the museums
Here's your ticket, welcome to the tombs
They're just public mausoleums
The living dead fill every room
But the most special are the most lonely
God, I pity the violins
In glass coffins they keep coughing
They've forgotten, forgotten how to sing
They will stay there in their gold frames
For forever, forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
First there's lights out, then there's lock up
Masterpieces serving maximum sentences
It's their own fault for being timeless
There's a price you pay and a consequence
All the galleries, the museums
They will stay there forever and a day
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
All the rowboats in the oil paintings
They keep trying to row away, row away
Regina Spektor - Todos los botes de remos
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Y los capitanes, con caras preocupadas
Se mantienen contritos y mirando fijamente a las olas
Seguirán colgados en sus marcos de oro
Para siempre, para siempre y un día
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Escuchales como susurran en alemán y francés
Holandés, italiano y latín
Cuando nadie mira traigo una escultura
Mármol, oro, tan suave como el satén
Pero los más especiales son las más solitarias
Dios, compadezco a los violines
En féretros de cristal siguen tosiendo
Han olvidado, olvidado como cantar, como cantar
Primero apagan las luces, luego cierran
Las obras maestras proporcionan máximas
Es su pécado al ser inmortarles
Hay un precio que tienes que pagar, una consequencia
Todas las galerias, todos los museos
Aquí está su entrada, bienvenido al cementerio
Son sólo mausoleos públicos
Los muertos vivientes llenan las salas
Pero los más especiales son las más solitarias
Dios, compadezco a los violines
En féretros de cristal siguen tosiendo
Han olvidado, olvidado como cantar, como cantar
Estarán allí en sus marcos de oro
Para siempre, para siempre y un día
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
Primero apagan las luces, luego cierran
Las obras maestras proporcionan máximas
Es su pécado al ser inmortarles
Hay un precio que tienes que pagar, una consequencia
Todas las galerias, todos los museos
Todos los botes en los cuadros
Tratan de escapar una y otra vez
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