Es la primera vez que escribo de un libro que no
me ha terminado de convencer, espero ser suficientemente justo con todo lo
bueno, que no es poco, que contiene esta obra.
Octubre, octubre habla del retorno, de las
segundas oportunidades y del cambio. En un Madrid que varía de los sesenta a
los setenta, dependiendo de que personaje tome la palabra en ese momento, acoge
la vuelta de dos exiliados de la guerra civil, que regresan a su barrio después
de muchos años de exilio. Un exilio que no es sólo externo sino también
interno, tanto Luis como Miguel han vivido poderosas experiencias que les dejan
cicatrizada el alma.
Luis ira encontrando su sexualidad, cada paso que
da en su relación con Agueda/Agata le hace darse cuenta de lo que realmente
quiere o esencialmente desea, es un viaje terrible y maravilloso a un tiempo, en
el cual será acompañado por su alter ego en la novela: Agueda, ella será la
sombra de la luz de Luis o quizás sea a la inversa, ella será la luna de la
marea de Luis, ya que ambos se atribuyen ser la causa del cambio que
sufre el otro.
El camino de Miguel es distinto, aunque aparecen
varias mujeres en sus escritos, su avance se centra en la felicidad y el
orientalismo, una síntesis de su sapiencia aparece en Octubre, octubre,
vamos viendo como poco a poco va descubriendo su espacio, incluyendo su
almendro ardiendo particular.
La obra de Sampedro aparecerán muchos más
personajes, agrupados en los capítulos de Quartel de Palacio, aquí se
desarrollan las historias más mundanas, de amor, de deseo, lucha política y
amistad de todo tipo y clase. Mi favorita de todo este batiburrillo de
personajes es: Doña Flora, Sampedro dibuja, como el sólo sabe hacerlo, a una
mujer que sabe disfrutar de la vida, que a pesar de haberla sufrido es aún
capaz de sentirla y emocionarse con ella.
Los puntos negativos de esta novela, en mi
humilde opinión: a veces el lenguaje que usa Sampedro se hace alambicado,
meloso y pedante, adjetivo que me da paso para enumerar su segundo fallo:
exceso de información, erudición y pedantería en las partes en que toman la
palabra Luis y Miguel.
Espero vuestras opiniones para limar la mía.
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