domingo, 30 de junio de 2013

La invención del amor - José Ovejero

El nombre del libro es el mejor resumen posible de su argumento, José Ovejero habla sobre la creación o invención del amor, y cuando aquí hablamos de invención es exactamente eso, no hay nada metafórico en la expresión. Samuel, el protagonista de la obra creará un amor de la nada, basado en una coincidencia y en una mentira, tan simple y tan terrible como eso.

Por supuesto no es una tarea fácil, la coincidencia o chispa que inicia el fuego es complicada: Clara, su supuesta amante muere en un accidente de tráfico, toda la familia de ella está en contra de Samuel, se piensa ha sido la causa de tal tragedia. Así se lo demuestran cuando tiene la osadía o locura de acercarse al tanatorio, será Carina, hermana de la fallecida, la clave de toda la historia, quien en otro gesto incomprensible, se acercará a Samuel para ver como está, y eso hará cambiar y crecer todo.

A partir de ese momento, Samuel irá creando una imagen de Clara de la mano de Carina, que a su vez descubre a su hermana a través de la imaginación de Samuel, un juego perverso y maravilloso, en donde el personaje que les une, no puede desmentir ni aportar nada, ya que está muerta.

José Ovejero se ha llevado el premio de novela Alfaguara 2013 por La invención del amor, un libro que en muchos momentos recuerda a Javier Marías, no solo en su trama, que claramente podría ser de una de sus obras (mentiras y amor), sino también en su estilo, con esos diálogos que se interrumpen con largas reflexiones de sus partícipes.

Una novela que merece ser leída yo buscaré la producción anterior de José Ovejero para leerla lo antes posible


lunes, 17 de junio de 2013

La princesa prometida - William Goldman

Un libro de aventuras puede ser tan maravilloso o más que un drama, saber gestionar la intriga, pisar en ciertos momentos el acelerador para que la acción se disparé y mezclarlo todo con el suficiente humor, para que ni el lector ni el escritor se tomen demasiado en serio el argumento, porque, por supuesto, tiene que haber una dosis de magia y otra de locura en la obra. Esa es la receta que hace que una epopeya sea agradable de leer, William Goldman da una lección de cómo hacerlo en La princesa prometida

El argumento puede parecer tan simple como manido: un amor entre una bella damisela y su siempre obediente sirviente, que, por circunstancias de la vida, se rompe. La trama de la novela se basa en el intento de volver a reunirse de los dos amantes. Aunque lo básico del argumento pueda parecer simple, la manera de desarrollarlo por parte de Will Goldman no lo es. Van apareciendo una serie de personajes, a cada cual más interesante, que se van entremezclando con la pareja protagonista: Buttercup y Westley, que, aunque con muchos matices y excepciones, son los más previsibles de toda la obra, y será con los "secundarios" donde aparece todo el ingenio del escritor norteamericano.

Fezzik es una masa humana dotado de una fuerza descomunal y de un corazón aún mayor que su poderío, es la increíble mezcla de su energía con su ternura lo que le hace adorable. Siempre dado  de lado por su don/maldición se encuentra solo en el mundo y añora un amigo (el bueno de Fezzik solo habla de amistad nunca de pasión) con el que poder hacer las rimas que tanto le gustan, y el resto del mundo encuentra estúpidas en la boca de un gigantón de más de dos metros.

Iñigo Montoya, es un español que perdió a su padre a manos de un hombre que en su mano derecha tenía seis dedos. Su vida está impulsada únicamente por el deseo de matar al asesino de su padre. La habilidad de Will Goldman es hacer  entrañable a un ser que solo desea vengarse, el cual no es un sentimiento muy loable que digamos. La clave para esta transformación es la amistad con Fezzik, porque Iñigo cuida del coloso (y viceversa) como si fuese su hermano. La relación entre ambos está llena de ternura y de dignidad, del honor y de la valentía con la que el español exclama su: "Hola, soy Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, disponte a morir".

Y por último reseñar el aire burlón e irónico que rezuma el libro, no hay ninguna página en él en la cual no haya un toque de humor, siempre bien traído y la mayoría de las veces magníficamente manejado.