Y mezclar y separar libros y leerlos y sentirlos y vivir...
Hoy ha sido un buen día, no un día que cambie el curso del resto de mi vida (de esos como mucho puede haber dos o tres días en toda nuestra existencia, sino sería demasiado cambiar en tan poco tiempo...) pero si una jornada agradable. Y me he dado cuenta que ha sido porque me he comprado el número 26 de la colección de Dragon Ball. Si, esa simple gilipollez ha hecho que un lunes con toda la pinta de ser un coñazo sea una media sonrisa en mi cara.
Y pensando porque me gusta tanto este manga, creo que es por el tono épico que respira, siempre hay algún enemigo super malvado y aún más poderoso que malvado, dispuesto a destruir la tierra. Por supuesto, Goku y sus compinches lo evitan de una manera siempre agónica. Alguien se sacrifica por el resto en un acto heroico.
Este sentimentalismo barato es lo que me gusta, como esas pelis en las cuales el peor jugador del equipo mete un triple increíble y consiguen ganar la liga. Por eso será que aun veo muchas veces el triple que metió Herreros e hizo conquistar una liga al Real Madrid...
Esta claro, me reafirmo, soy un sensiblero. Brausen es un mariquita.
Brausen recomienda a Krilin, sin duda el mejor personaje de Dragon Ball, no solo porque es calvo (y Brausen va camino de serlo) sino porque es un cobardica, que siempre en el último momento lucha con ardor y sin temor a la muerte (alcanzada en numerosas ocasiones pero siempre resucitado por la acción benéfica de las bolas de Dragón), Brausen desea ser como él (abandonar su cobardía y lanzarse sin miedo a la muerte)y adjunta foto de su ídolo sin nariz.
2 comentarios:
estuve aquí
Quizás las pequeñas sonrisas y satisfacciones diarias no cambien el curso de la vida pero sin duda ayudarán a mejorar el día a día de Brausen y, seguramente, de los que le rodean. Los grandes cambios implican tomar decisiones importantes. ¿Krilin las tomaría? ¿Se enfrentaría a la malvada rutina?.
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