Lo primero, es contestar esa pregunta tan gentilmente realizada por Narradora de Bolsillo.
Imagino que Krilin es uno de los seres más rutinarios que existen, todos los días se levanta pronto, desayuna algo super vitaminado y se pone a entrenar como un loco, por la noche cena y a la cama pronto que al día siguiente tiene que hacer exactamente lo mismo. No olvidemos nunca que Krilin ha alcanzado esa fuerza sobrehumana a base de trabajo y fuerza de voluntad, no es un privilegiado como Superman, es un proletario del heroísmo.
Lógicamente su rutina se rompe cuando tiene que pararle los pies a algún enemigo de la humanidad, pero esta no es una decisión que tome él, va a remolque de la maldad.
Nosotros en nuestro día a día (a este paso de tanto usar la expresión me va a pedir derechos de autor la Campos) tenemos más poder de decisión que él, más opciones de romper el circulo vicioso.
Él es un guardián y tiene que esperar, vigilar y estar listo para entrar en acción.
Tenía un par de temas pendientes en mi cabecita para expresarlos aquí, solo hablaré (mejor dicho, escribiré) sobre uno: el gran poder evocador que tienen los olores.
Mi casa desprende aroma a madera (se han cambiado puertas y armarios) y eso me ha hecho recordar momentos del pasado como si los estuviese viviendo de nuevo. Me pasa sobre todo con los perfumes en las mujeres, cuando asocio uno a una mujer, siempre que lo percibo la recuerdo.
Es una sensación que me encanta. Con el resto de cosas no me pasa tanto, una canción me puede recordar un momento, pero es mucho más vago que lo que me sucede con los olores.
Brausen se encuentra algo resacoso, contra este mal recomienda: mucha agua y paciencia.
1 comentario:
Gracias por la contestación.
Esperaremos ansiosas/os el segundo tema pendiente. ¿Sabores?.
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