lunes, 26 de mayo de 2008

Escapar

Brausen votó por Bosnia en el excelso festival de la canción europea, pero España no estuvo de acuerdo con él, una vez más, y dio su máxima puntuación a Rumania , otra muestra más de lo incomprendido de su genio.

Al terminarme la Isla de Huxley me fue inevitable hacer la correspondiente comparación con Un Mundo Feliz, me imagino que todos los que nos hemos leído ambas obras del escritor inglés lo hemos hecho. Las diferencias y similitudes son muchas pero hay una que me llama la atención sobremanera; en ambas sociedades existe una droga cuasi perfecta: Soma para Un Mundo Feliz, Moksha (que en sánscrito significa liberación) para La Isla. No dejan secuelas, ni provocan resacas o perniciosas adicciones, te transportan con facilidad a un mundo hipersensitivo y maravilloso en el cual rozas con la yema de los dedos la felicidad. No son exactamente iguales, ni el papel que el las hace jugar en los cimientos de los edificios sociales que construye, parecidos. El soma es una panacea universal que les alivia de todos los males y se les ofrece como recompensa tras las duras horas de trabajo. La medicina Moksha aparece más como un piramidión en la cúspide de una sociedad basada en un tipo de educación muy especial (budismo, yoga, sexo) que les hace vivir experiencias que rozan el misticismo.
Es quizás el elemento más parecido que encontramos en ambas sociedades, ¿Por qué sucede ésto? Es una pregunta que solo podría contestar el propio autor y, quizás, lo haya hecho pero yo voy a tratar de aventurar una explicación. En mi humilde opinión, estas drogas otorgan la posibilidad de escapar a quien las consume, de tener siempre una puerta de escape a mano, poder olvidar por un tiempo su vida, problemas y pesares; perderse en una felicidad irreal y quizás estúpida pero tan necesaria, tener unas breves vacaciones de uno mismo. Posiblemente haya ya muchos que tengan una manera de hacerlo: alcohol, religión, cocaína, fútbol, familia... el problema es que después tienen que regresar, y más de una vez no quieren volver a entrar en la piel que abandonaron y les espera vestida con el mismo traje de dolor que querían perder de vista. De hecho todos conocemos casos de gente que se quedó allí, con su enajenante compañero sea cual sea su nombre, para siempre.
Una vía de escape siempre es necesaria, no hay nada tan cruel como poner a alguien entre la espada y la pared, jamás sabrás como va a reaccionar. La desesperación puede tomar formas inconcebibles y funestas. La clave está en saber cuando te estas tomando un respiro vacacional o cuando estas huyendo para no volver jamás.
Huxley experimentó toda su vida con las drogas, pensaba que podían ayudarnos a ser felices tanto o más que la filosofía, de hecho murió el mismo día que J. F.K, de sobredosis de LCD, tenía cancer de garganta y decidió huir definitivamente...

Brausen recomienda una nueva joya musical a las ya tantas recomendadas: Murder by death y en especial la canción Ash.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Look away
They try to find the Milky Way

Vive la France!