martes, 7 de mayo de 2013

El librero - Régis de Sá Moreira

Más de una vez he elegido un libro guiado únicamente, por su aspecto y hay que reconocer que la pinta de esta obra es magnífica. Demipage, editorial de El librero, escrito por Régis de Sá Moreira, ha cuidado hasta el último detalle, para dar cabida en sus páginas a un manuscrito que en sí mismo mima a los libros.

Como es más que fácil imaginar, el autor escribe sobre una librería y su atípico dueño. Un dueño que solamente vende libros que él antes ha experimentado, así se evita el tener que mantener basura literaria en sus estanterías. La vida del librero se centra completamente en su tienda, ya que no sale de ella, no tiene amigos desde "que descubrió que se había convertido en un tema de conversación para ellos" y se comunica con sus hermanos solamente de la siguiente manera: arrancando las páginas que lee y le recuerdan a alguno de ellos,  se la manda por el anticuado correo ordinario.

El librero alcanza grandes cuotas de lirismo en algunas de sus partes, una de mis favoritas es cuando habla de los amores que ha vivido, como se sabe incapaz de amar a otra mujer ya que con la primera había perdido la mitad de su alma, con la segunda escarmentó y consiguió conservar la otra mitad de su ser, pero sería la tercera quien acabaría arrebatándoselo para siempre y, por lo tanto, en la actualidad era solo "un monumento a su amor perdido" y la única manera de volver a ser el otra vez completo era reuniendo a todas ellas.

Pero quizás lo que más defina al librero es su tierna cabezonería, empeñado en no atender a parejas, en espantar a los clientes indeseables soltando su: "hay muchas cosas interesantes que aprender sobre los icebergs", tomando infusiones de disparatados sabores cada vez que vende un libro, le hace ser un personaje adorable dentro de su singular locura. Es esa clase de persona, que todos conocemos o deberíamos conocer, que va contracorriente de lo habitual y no porque lo haga intencionadamente, lo cual puede llegar a ser detestable, sino porque donde nosotros vemos peculiaridad el ve normalidad.

Una novela preciosa, yo estoy esperando que se publiquen más obras de Régis de Sá Moreira en castellano.  
“En cuanto abría un libro, el librero se sentía feliz. O, al menos, se sentía bien, con una alegría casi infantil. También era una debilidad. Pero tenía la impresión de que alguien se ocupaba de él, de que alguien le cuidaba”  




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