domingo, 23 de octubre de 2011

Michel Houellebecq - El mapa y el territorio

Es complicado analizar una obra como la que da título a esta entrada. Su mirada abarca muchos ámbitos: desde el arte a la economía, pasando por supuesto, por el ser humano. Houellebecq es un pensador y aprovecha el hilo creador de su última novela para diseccionar la Francia actual y lo que es más provocador, analizar la sociedad que sustituirá a la actual.

El personaje central del libro es Jed Martin, un artista multidisciplinar, con muchas de las características típicas de las creaciones del autor: sin casi relaciones con el resto de la humanidad, inteligente, pero en este caso, menos hedonista que de costumbre. La novela es un relato de su vida, vemos crecer y desarrollarse al pintor/fotógrafo. Las relaciones de éste con sus progenitores son problemáticas, rasgo típicamente Houellebecquiano, su madre se suicidó y su padre volcado en su empresa de arquitectura, no le prestó casi atención.

Está claro que la lectura de este libro es más que recomendada por este insignificante bloggero y mi limitaré a resaltar tres pequeños aspectos que me han llamado especialmente la atención en el libro:

1) La predicción/teoría sobre el futuro económico de Francia. Basándose en hechos que se palpan en la actualidad, vaticina que Francia (en España ya lo hemos hecho casi por completo) dejará totalmente de ser una potencia industrial, para ser un país de servicios, ya sean turísticos o incluso sexuales.

2) La aparición de Houellebecq como personaje en la novela, y jugando un papel importante en ella. Siendo fiel a su estilo, no es nada misericordioso consigo mismo y aplica su implacable bisturí contra su propia piel con la misma saña que lo hace con la de los demás.

3) Las obras que realiza Jed Martin, son de una originalidad e inteligencia que valdría la pena que algún pintor/fotógrafo tratase de darles cuerpo y abondonasen, su por ahora, única existencia en el papel.

Por poner algún pero, éste es un libro que se debe de ser leído con tranquilidad de espíritu, hablo por experiencia propia, Las partículas elementales fueron para mí lo más parecido a un derechazo en el mentón (intelectual, por supuesto) que he recibido nunca.

Houellebecq no te dejará indiferente.



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