miércoles, 3 de octubre de 2012

El Gabinete de un Aficionado - Georges Perec


Cuando escribes una historia, muchas veces te supera y alcanza unas proporciones las cuales nunca habías pensado que pudiese tener, se crea algo que está casi vivo, que respira cuando inspiras que camina invisible a tu vera cuando das un paso, pero que puede crecer a tu espalda, alimentada por  su propia alma y sin ningún tipo de compasión aplastar tus primeras aspiraciones, ya sea para mal, la mayoría de las veces o para bien, las menos.

Ésta es la razón por la que existe El gabinete de un aficionado de Georges Perec, el autor pensaba incluirla dentro de La vida: Instrucciones de uso (ya comentada en este blog) pero se dio cuenta que el tema que tenía entre manos le daba para una magnífica nóvela corta.

Todo lo mueve un cuadro: El Gabinete de un Aficionado pintado por: Heinrich Kürz. En él aparece Hermann Raffke ante las mejores obras que ha atesorado a lo largo de su vida de coleccionista de arte. La tradición de los gabinetes tiene historia dentro del mundo del arte, pero el detalle que hace a éste distinto al resto es: que el Gabinete de un Aficionado aparece retratado en el propio lienzo, creando, por tanto, un bucle infinito de cuadros que aparecen dentro unos de otros.

Para terminar de rizar el rizo, Hermann Raffke al morir, se hace enterrar de la misma manera en la que aparece retratado en el Gabinete, sentando contemplando sus amadas obras. 

La novela, está llena de matices, de erudición y de juego, un juego tan interesante como espeluznante, el de la verdad y el de la mentira, eliminando esa línea que, al menos yo, creemos que existe y deja que nuestras conciencias descansen tranquilas cuando llega el anochecer. Pero, al fin y al cabo, Perec escribe una obra de ficción que no deja de ser una mentira, desde la primera letra hasta el punto y final, una maravillosa falsedad que nos engancha y nos hace reflexionar sobre los bucles, los fraudes y las bromas.

No me queda más remedio que recomendar y esperar comentarios sobre lo que os sugiere esta pequeña gran obra.




1 comentario:

T.S.S. dijo...

Alabado sea Brausen, nuestro señor y fundador. Desde Santa Maria te imploramos.