Saber lo que es un oxímoron quizás sea inútil, no
vas a ganar más dinero por conocer lo que es, su importancia en la vida
práctica es nula, pero este tipo de sapiencias hacen que nos distanciemos de
los demás seres que habitan el planeta Tierra. Sólo el hombre investiga por el
placer de investigar y de saciar su curiosidad, por el simple placer de
ejercitar su mente en pensamientos teóricos y levantar construcciones basadas
en el humo de sus propias neuronas ejercitándose a pleno rendimiento.
La tesis que defiende Nuccio Ordine es simple, lo
que a simplemente parece inútil, sin una aplicación práctica o dineraria
inmediata, es lo que hace avanzar a la humanidad, descubrimientos aparentemente
etéreos después tienen cientos de ramificaciones a las cuales el común de los
humanos podemos sacar jugo. Ahora, cuando se trata de recortar cuanto más mejor,
cada vez es más complicado que se financie a esas cabezas iluminadas para que
puedan dedicar todo su tiempo a curiosear por los infiernos de lo desconocido y
los cielos de lo ignoto.
Nuccio Ordine escribe el libro basándose en mucha
citas de clásicos y algunas de su propia cosecha que no desmerecen nada a las
anteriores: "Ciertamente no es fácil entender, en un mundo como el nuestro
dominado por el homo oeconomicus, la utilidad de lo inútil y, sobre todo, la inutilidad
de lo útil (¿cuantos bienes de consumo innecesarios se nos venden como útiles
indispensables?)" Entreteje perfectamente unas con otras para crear una
masa coherente y férrea de pensamiento: "el hecho de ser inmune a toda
aspiración al beneficio podría construir, por sí mismo, una forma de
resistencia a los egoísmos del presente, un antídoto contra la barbarie de lo
útil que ha llegado incluso a corromper nuestras relaciones sociales y nuestros
afectos más íntimos".
Porque, quizás sea lo más importante, el
conocimiento ni se compra ni se vende, es una de las pocas mercancías puras que
existe, solo crece si se le riega y alimenta a base de esfuerzo, con lecturas,
escuchando con atención, malgastando el valioso tiempo que la sociedad
capitalista nos brinda para enriquecernos, mirando las estrellas de una lejana
galaxia o contando las sílabas de un verso: "si no se comprende la
utilidad de lo inútil, la inutilidad de lo útil, no se comprende el arte. Y un
país en donde no se comprende el arte es un país de esclavos o de robots, un
país de gente desdichada, de gente que no ríe ni sonríe, un país sin espíritu;
donde no hay humorismo, donde no hay risa, hay cólera y odio".
No debemos olvidar que todos, sepamos mucho o
poco, podemos compartirlo sin perder nada de eso que conocemos, es una
experiencia realmente enriquecedora donde las dos personas acaban ganando, uno
porque amplía su campo de visión y el otro porque se da cuenta que es capaz de
transmitir algo mucho más grande que el dinero y que nunca se gasta: felicidad
Increíble manifiesto, fundamentado en innumerables
grandes personajes de la historia y en sus opiniones eternas.
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