lunes, 5 de marzo de 2007

Retirada


El segundo tema que tenía en la cabeza, y aunque la asociación de sabor y olor es muy buena, no era ese, es este: J.D. Salinger.

Mis queridos y cultos lectores, seguro que sabrán quien es este curioso personaje, pero para aquellos que anden un poco perdidos les diré que es el escritor de: "El guardián entre el centeno". El libro me ha encantado, directo, irónico, brutal, real y deprimente. Un personaje "maldito" creíble, no como sucede la mayoría de las veces con Chinaski, el cual adopta una pose vital, la pose del perdedor a priori o de la persona que decide revolcarse por la mierda cual cerdo. En cambio Holden, el protagonista de Salinger, no sabe que hacer con su vida, es un crío soñador, un perdido adolescente pesimista y avispado. Un tipo que realmente sufre, por la soledad, por su indecisión, por lo que le rodea.

Pero no quería hablar ahora del libro, quería hablar del autor. Es curiosa su biografía, El guardián se publicó en 1951 y hasta 1961 siguió escribiendo, pero a partir de entonces no ha vuelto a publicar ni una sola palabra. Aun sigue vivo.

El guardián le hizo famoso, pero Salinger rechazó todo lo que le conlleva la fama a un escritor: conferencias, actos de presentación, firmas, entrevistas... No lo soportaba, se mudó a un pueblito de Estados Unidos (imaginemos la clásica aldea americana que nos han metido en la cabeza los cientos de películas yankees que hemos visto) y trató de pasar desapercibido. Lo más curioso del caso, y quizás lo más importante, es que aunque el quiso retirarse de toda la vida pública y no volvió a escribir una palabra, o al menos publicarlas, no lo consiguió. Esta decisión, hizo que se crease una incertidumbre en la gente y reclamase noticias sobre él. Por tal decisión, se han escrito libros, rodado películas e incluso dictado sentencias. Valga como ejemplo este: su propia hija ha escrito una biografía sensacionalista contando las miserias de su desconcertante padre.

Posiblemente si hubiese seguido escribiendo y haciendo la vida esperada en un autor, este interés por él se hubiese disipado, la leyenda del libro no sería tanta y hubiese desaparecido de la vida pública tal y como era su objetivo. Pero, al hacer justamente lo contrario, consiguió un más que sorprendente efecto inverso al deseado.
¿Por qué nos resulta tan difícil asimilar que no quería ser famoso? ¿por qué todo el mundo trataba de ver alguna razón oculta en esa retirada? ¿tanto deseamos la celebridad, en general, que no entendemos como alguien no la quiere?

Curiosa la decisión de Mr. Salinger, pero más curiosa es la reacción del resto de la humanidad ante tal apuesta.
Brausen recomienda a todos los alérgicos que se vayan aprovisionando de antiestamínicos. Menuda primavera nos espera.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

todo el mundo lo lee y a ti sólo te leo yo

narradora de bolsillo dijo...

Reconozco mi incultura pero has despertado mi interés. Comentaremos...

Anónimo dijo...

Ingrid, sólo tú no, por lo menos somos tres.

Anónimo dijo...

ya me he pasao por aquí, para que veas que aunque la foto no la tengas me paso por aquí a leerte. No sé quién es ese señor... ya leeré ese libro para opinar y eso.. yo no sé escribir tan bien como tú así que es un poco cutre el comentario pero bueno, qué se le va a hacer. Ahora te toca a ti leer, besitos