martes, 29 de noviembre de 2011

Javier Marías - Los Enamoramientos

Pocos hechos y mucha reflexión es el estilo de Javier Marías, no lo abandona en su última novela: Los Enamoramientos.
Toda la trama nace de una simpatía natural que nace al albor de una casualidad: tomar el desayuno en la misma cafetería. En ella, la protagonista de la novela, María, se fija en la felicidad que desprende la pareja que comparte con ella esos momentos cada día a primera hora de la mañana. Siempre en la distancia, sin acercarse a ellos, sin cruzar palabra alguna.
Son muchos los temas que se abordan en el libro, pero me gustaría resaltar dos. El primero es el que da nombre a la novela: Los enamoramientos, pero quizás en su sentido más amplio: Las simpatías a priori, son muchas las veces que antes de conocer (o hablar) con otro ser humano ya estamos predispuestos a su favor o en su contra. Puede que nos caiga simpático porque se parece a un profesor que te encantaba en el instituto, porque viste como uno de tus actores favoritos o ya le coges ojeriza por el simple hecho de que es pelirroja como la novia que te dejó hace seis años. Estas simpatías/enamoramientos, son una causa que puede hacer rodar una bola de nieve, que como en el caso de María, se convierta en un alud. Decisiones triviales, basadas en el instinto, que pueden marcar más de una vida con una flor de Lis indeleble, si nadie lo evita, usando el olvido, que es precisamente el segundo tema que quiero recalcar.
El olvido o superación, ya sea de personas finadas por cualquier tipo de causa, ya sea por formar parte de capítulos de nuestra vida que queremos perder en las sombras. Para vivir/sobrevivir hay que olvidar lo malo, e incluso en algunos casos lo bueno que ya no podemos recuperar, mirar adelante y dejar desvanecerse a los espectros que atan nuestra alma con lazos de tristeza.
Para terminar esta entrada os dejo con una frase del final del libro, que no desvela nada su trama, pero que me parece magnífica y puede resumir perfectamente la altura intelectual que puede alcanzar Marías.
"Tampoco quiero ser como los malditos libros entre los que paso mi vida, cuyo tiempo se está quieto y acecha cerrado siempre, pidiendo que se lo destape, para transcurrir de nuevo y relatar una vez más su vieja historia repetida"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por seguir compartiendo. Hacía mucho que no leía tus letras.
Un saludo,
Narradora de bolsillo